Ser zurdo hoy no es un problema

Ser zurdo hoy no es un problema
  13/08/2022

Vivimos en un mundo de diestros. Se calcula que solo entre el 10% y el 15% de la población utiliza preferentemente la mano izquierda en sus rutinas y, hasta hace poco, todo estaba pensado para quienes se manejan con la derecha. Lejos quedan aquellos tiempos en que se intentaba “corregir” a las personas que mostraban una inclinación natural por el uso de la mano izquierda con métodos tan poco ortodoxos como atarla o golpearla con una paleta. En la escuela ya no se obliga al niño zurdo a cambiar de mano. Y nadie cree ya que ser zurdo sea pecado o cosa de brujas o demonios, como se llegó a pensar en alguna época. A los zurdos se les mira con los mismos ojos que a los diestros y la zurdera, por lo general, no es motivo de discriminación. No obstante, pese a ser aceptada y tener su día internacional -hoy 13 de agosto- sigue habiendo muchos mitos y falsas creencias sobre ella.

            Los zurdos son más creativos, tienen tendencia a desarrollar más enfermedades neurológicas, son más inteligentes, viven menos, son introvertidos, tienen dotes de liderazgo… Se han dicho muchas cosas de los zurdos sin que haya base científica alguna. Nada de todo eso es cierto ni está demostrado.

            La tendencia natural del ser humano es a rechazar lo que le parece raro, lo diferente. La ignorancia, el desconocimiento, nos lleva a especular y a hacer falsas deducciones que muchas veces se convierten en mitos. Cierto es que hay más hombres que mujeres zurdas. Pero igual que se desconoce a ciencia cierta por qué nacemos zurdos o diestros, se ignora también el motivo. El zurdo nace, no se hace. Estudios recientes indican que ya en el vientre materno se determina cuál va a ser la mano predominante y que a partir de la decimotercera semana de embarazo, ya se elige chupar el pulgar derecho o el izquierdo.

Durante mucho tiempo se ha creído que son los genes los que determinan la causa y que bebés nacidos de padres zurdos (uno de los dos) tienen muchas más probabilidades de serlo ellos también. Los científicos piensan ahora que no solo los genes determinan la zurdera sino que hay también factores hormonales o ambientales, estímulos externos, que influyen en el desarrollo del feto.

Todos hemos oído hablar alguna vez de la lateralidad, el uso espontáneo preferente de los órganos de una parte del cuerpo. Viene determinada por el lado dominante del cerebro. En el caso de las personas diestras, el lado dominante es el izquierdo y en el de las personas zurdas, el derecho. De ahí que según el hemisferio del cerebro que sea el dominante se tenga la creencia de que una persona desarrollará más unas aptitudes y facetas que otras.

            La ciencia tiene todavía muchas cosas que averiguar sobre la zurdera. Pero lo que está claro es que no hay ninguna diferencia psicológica ni física entres quienes hacen uso predominante de una parte del cuerpo o de otra. Ser zurdo hoy ha dejado de ser un problema e incluso en algunos casos, como la práctica de deportes como el boxeo, el tenis o el beisbol, se considera una ventaja.

La silla con pala y el bolígrafo

¿Has pensado alguna vez que los abrelatas tradicionales están hechos para diestros? También las tijeras, algunos cuchillos e incluso los tradicionales relojes de pulsera de cuerda manual. El nuestro es un mundo para diestros. Pero cada vez menos. En el mercado podemos encontrar tijeras para zurdos, cuchillos con el filo a la derecha e incluso guitarras y ukeleles para las personas zurdas.

            Para María (15 años) ser zurda no es un problema. Ella escribe y se cepilla los dientes con la izquierda. A la hora de comer, normalmente coge la cuchara y el cuchillo con la izquierda pero no le supone ningún problema hacerlo como lo hace una persona diestra. “Si tengo que abrir un bote pruebo primero con la izquierda y, si no puedo”, precisa, “lo hago con la derecha”. Tiene un hermano mellizo, Alberto, pero ella es la única zurda de la familia. Los dos tocan en la Banda de Dénia. Su instrumento es la flauta y aprendió a tocarla como lo hace un diestro. “Las flautas, los clarinetes… da igual, aprendes así y lo haces siempre igual, sin ninguna dificultad, a lo mejor no es lo mismo para el chelo o el violín, pero en nuestro caso sí”, asegura. Como en el caso de las guitarras, hay otros instrumentos fabricados expresamente para uso de personas zurdas aunque, como explica Natxo Guardado, profesor de guitarra, mucha gente opta por solucionar el problema invirtiendo el orden de las cuerdas o se adapta a tocar como los diestros.

            Para María, que utiliza la pierna derecha para chutar el balón y también para las pruebas de atletismo (longitud, vallas), solo hay un pero, la escritura: “Escribes, pasas la mano por encima y te llevas la tinta”. La solución es “saber qué bolígrafos comprar para que eso no ocurra”.

            Llevarse la tinta de los bolígrafos es también para Rosa (31) el mayor inconveniente de ser zurdo. “Si no utilizas el boli adecuado”, comenta, “acabas con la mano sucia y emborronando el papel”. Hay otro: las sillas con pala de escritura. “En la facultad teníamos solo tres sillas con la pala a la izquierda, que eran insuficientes para una clase de cien personas en la que había más de tres zurdos”, recuerda, “y siempre acababas con dolor de espalda.

            Como María, ella utiliza la derecha para coger las tijeras “y corto mejor que con la izquierda”. Señala que se ha adaptado a hacer muchas cosas con la derecha sin darse cuenta, como mover el ratón del ordenador o conducir. Para otras, como el uso de los cubiertos, le es indiferente utilizar una mano u otra, “pero para escribir, siempre la izquierda". No entiende por qué el mundo de los zurdos despierta tanta curiosidad. Aprendió a escribir con una maestra que era zurda y en su clase del colegio, de 20 niños 7 eran zurdos, un porcentaje muy elevado. Tal vez por ello ve con normalidad que alguien use de forma predominante la mano izquierda. “Si te fijas”, añade, “verás que en muchas películas americanas escriben con la izquierda”.

            Rosa recurre a un ejemplo que muchos tendrán en mente, la serie Los Simpson. No solo muchos personajes escriben con la izquierda sino que además uno de ellos, Ned Flanders, abandona su trabajo para montar el Zurdorium (Leftorium), una tienda especializada en productos para personas zurdas.

            “Las cosas no están pensadas para los zurdos”, sostiene, Victoria (53). Ella no sufrió, como el abuelo de Rosa, aquello de que le atasen las manos para corregir su zurdera. Pero casi. Cuenta que de pequeña, en el colegio, recomendaron a sus padres que le atasen la mano para obligarla a utilizar la derecha, un consejo que -con muy buen criterio y aconsejada por su pediatra- la familia no siguió. En su infancia, no recuerda haber sido víctima de ningún tipo de vejación ni burla por ser zurda. Solo a un profe de dibujo del instituto que le solía repetir aquello de “zurda tenías que ser”, sin que afortunadamente ella se lo tomase a mal. El comportamiento del profesor, por cierto, dejaba mucho que desear.

            Los pupitres con pala de la carrera universitaria fueron para Victoria lo peor. Se maneja bastante bien con la mano derecha –“¡para la sopa no, siempre con la izquierda!-, con la que es capaz de cortar sin problema y con la que mueve el ratón del ordenador. Para darle a la pelota, el pie derecho.

            Ejemplo distinto es el de su hija Victoria (19). El ratón, los cubiertos, las tijeras, la pelota… todo, o casi todo, con la izquierda. A la hora de pintar, su mayor afición, tiene que empezar por la derecha y si es con carboncillo, tiene que poner un papel debajo de la mano para no emborronar.

Todas ellas tienen algo en común. ¿Complejos? Ninguno. Simplemente, zurdas.

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