Siguiendo los pasos de Vicente Berenguer
Vicente Berenguer Llopis, natural de Teulada, ayudó a la escolarización de más de 60.000 niños y niñas durante su estancia como misionero en Mozambique. Ahora, la asociación que lleva su nombre quiere continuar con su labor “para seguir con la luz que él ha encendido, es nuestro faro”, en palabras del presidente, Antonio Monfort. Un total de ocho proyectos internacionales han concurrido a la primera edición del Premio Vicente Berenguer a la Educación que se entregó a finales de la semana pasada en el auditorio de su localidad.
El jurado encargado de valorar cada uno de los proyectos ha estado integrado por gente que sabe, y mucho, de solidaridad. María Isabel Signes Soler es la presidenta de la ONG Visió Sense Fronteres; Ángel García Rodríguez, el padre Ángel, es el fundador de Mensajeros de la Paz; y Pedro Carlos Cavadas Rodríguez es el presidente de la Fundación Pedro Cavadas.
Los 20.000 euros del premio han sido repartidos a partes iguales para hacer realidad la construcción de módulos o aulas educativas en Benín y en Camerún. El primero en la escuela Saint Jean-Marie-Thérèse del poblado de Kansounkpa, en el distrito de Abomey-Calavi. Y el segundo en el Colegio Católico de Santo Domingo de las Misioneras Dominicas del Rosario, en la localidad de Baham, situada en el oeste de Camerún. Dos proyectos que servirán para evitar el abandono escolar, combatir el analfabetismo, impulsar el desarrollo local e, incluso, luchar contra el tráfico de niños hacia países vecinos. Es decir, todo lo que el padre Vicente Berenguer hizo en tierras africanas y por eso es un ejemplo a seguir.
El Premio Vicente Berenguer a la Educación tendrá una periodicidad anual gracias al patrocinio de empresas de la comarca. La Asociación financiará los proyectos seleccionados y, además, supervisará su correcto desarrollo. Porque la educación es el pilar para cambiar el futuro “de mucha gente que son personas, se sienten personas, y por eso debemos seguir cooperando con la gente más castigada”, en palabras del propio Vicente Berenguer.
UN AFRICANO DE VALENCIA
El representante del proyecto de Benín definió a Vicente Berenguer como “un africano nacido en Valencia”. Lo consideran como uno de los suyos, como parte del pueblo africano y sus gentes, por la tremenda labor que el misionero de Teulada ha realizado en Mozambique. Una labor que quedará para siempre porque el Padre Vicentín, como se le conoce, ha contribuido a la construcción y habilitación de residencias sacerdotales, iglesias, escuelas de secundaria y de formación profesional, centros infantiles, salones polivalentes, casas para monitores y profesores, barracones, instalaciones deportivas, centros de salud, redes eléctricas, excavaciones de pozos y un largo etcétera desde que llegó a Mozambique en 1967 y lo abandonó por motivos de salud en 2017.
Los premios y reconocimientos a su labor humanitaria son numerosos. Este mismo año, Vicente Berenguer recibió la condecoración de la orden al Mérito Civil de manos del rey Felipe VI.