Una nueva docena de polluelos procedentes de Escocia refuerzan el proyecto de recuperació del águila pescadora en la marjal de Pego

El paraje de la Muntanyeta Verda, donde se desarrolla el proyecto de recuperación del águila pescadora en el parque natural del marjal de Pego-Oliva, cuenta desde hoy con nuevos inquilinos que han llegado desde Escocia de la mano de la Roy Dennis Wildlife Foundation.

De esta forma, la iniciativa puesta en marcha por la referida fundación junto a la conselleria de Medio Ambiente, los ayuntamientos de Pego, Oliva, Dénia y Xàbia, y la Fundación Iberdrola toma un ámbito más ambicioso por el hecho de que hasta ahora el número de especímenes nunca había pasado de cinco.

"Aumentando el nombre de ejemplares se aumentan las posibilidades de supervivencia de la especie ya en el primer año", ha remarcado la técnica de la Fundación Migres, Itziar Colodro. quien ha sido recibida junto a los ejemplares por el alcalde de Pego, Enrique Moll y el concejal de Turismo, Ricardo Sendra, al frente de una comitiva municipal, simpatizantes de la fundación Migres y curiosos.

PROBLEMAS CON EL BREXIT

La técnica ha explicado que el viaje de las aves ha sido tranquilo para ellas, pero que ha sido complicado, especialmente para poder pasar aduana, debido a que el "brexit" lo ha complicado todo de forma exponencial, y en el caso de transporte de animales, siempre es una situación delicada.

La odisea de la docena de águilas pescadoras empezó mucho antes, en un proceso de selección donde, apunta “no se ha dejado nada al azar”. En esto ha explicado los diferentes parámetros observados en lo que uno de los más importantes es el tamaño, que, según indica “debe ser el adecuado, ni muy pequeños porque pueden sufrir más en el traslado, ni muy grandes para evitar que quieran iniciarse en los vuelos antes de lo previsto, su instalación en su nuevo hogar”. Bajo esta premisa se eligen siempre los pollitos más pequeños de cada uno de cuyos nidos se hace seguimiento en la costa escocesa. "se aumenta así la probabilidad de vida de los demás pájaros que se quedan, con lo que se incrementa la población efectiva".

Asimismo, ha incidido en que otro de los requisitos imprescindibles es su buen estado de salud, "deben estar en perfectas condiciones físicas"; y el sexo de los especímenes: aunque los expertos aseguran que es mejor que el porcentaje de machos sea ligeramente superior al de hembras. Este factor se ha observado en esta ocasión, al contrario de las anteriores en las que se había optado por el 50%.

Completado el traslado, ahora las águilas deben aportar su parte con una adaptación al medio donde contarán con la ayuda de los técnicos del proyecto, que, según advirtieron, intentarán que tengan el mínimo contacto humano para que no la consideren una especie amiga. Esta premisa les ha hecho optar por el método 'hacking' a la hora de alimentarlos durante sus primeros compases de vida en el parque natural, que supone la crianza de los polluelos en estado de semi libertad mediante la colocación de nidos que simulan a los naturales y se les proporciona la comida de forma artificial, intentando que desconozcan la procedencia.

 No obstante, todo ello necesita pasar la prueba de fuego que conlleva la altura del vuelo, que en anteriores ocasiones les ha conducido a un final trágico que ha sido detectado en el GPS que se les coloca para realizar el pertinente seguimiento.

Por su parte, el alcalde de Pego, se ha congratulado del nuevo impulso a un proyecto donde ha elogiado “el increíble trabajo que están realizando los técnicos, su empeño en que este proyecto funcione es admirable, esperamos que poco tiempo vean todo su esfuerzo recompensado”. Según ha afirmado Moll “estamos encantados de recibir, una vez más a estos pájaros, porque queremos que el proyecto funcione y que en un futuro no muy lejano la especie se siente en la zona, lo que ha hecho que siempre hemos estado y estaremos apoyando esta propuesta, sea quien esté en las instituciones, y aunque tengamos menos apoyos”.