A la luna de Valencia: Cuentos
De verás alguien se creyó en algún momento que los que no habían pagado los impuestos, desdiciendo el slogan "Hacienda somos todos", sobre todo los que no se pueden escabullir porque los cuatros euros que ganan están totalmente controlados, digo que si se habían creído que esos no paganos iban a pagar por mucho descuento y por mucha vista gorda que se pensase hacer. Al parecer de los miles de millones que se iban a recaudar por las buenas, solo se han recauda unos 50 millones, que ya es recaudar con esta medida. ¿Pero se ha creído el Recaudador que son tontos?. Ni durmiendo se les cuela la breva.
Justo es reconocer que se ha dado algún palo a los evasores, sobre todo a los portamaletines, "ingenieros" y correveidiles fiscales etc. Si se analiza bien, nada entre dos platos. "Manguis" de medio pelo y algún extracomunitario, no sabiéndose muy bien si es un toque de advertencia o un lavado de imagen.
Mientras tanto, el pueblo soberano, en un país que cada día es más declaradamente republicano, va a tener que pagar religiosamente, ¡que ya le vale!, en un país que va vociferando(algunos) por las esquinas, que es agnóstico, laico y no se cuantas cosas más, mientras las mantillas vuelven a lucirse por las calles, como en los tiempos juveniles de nuestras abuelas y madres. Permítanme el paréntesis, pero nuestras madres lucían la teja y la mantilla con mucho más garbo y donaire que las portadoras actuales, algunas de las cuales procesionan de un patoso que se les nota a muchas leguas el desentrene.
Nos comparan mucho con Grecia y Portugal y los que lo hacen están acertados en la comparación, porque esos dos países se han hundido, fundamentalmente, por el fraude fiscal que ha arruinado sus economías.
Ahora bien, si alguno de ustedes puede defraudar a Hacienda, no se priven que al fin y al cabo uno más no va a recuperar nuestras cuentas, ni nuestro PIB, que ese se recupera invirtiendo en economía productiva, esa que produce no solo beneficios para unos pocos, sino riqueza para muchos, que no es lo mismo. En fin, un cuento más.