A la luna de Valencia: Tambores lejanos
En 1951 Raoul Walsh dirigió una película protagonizada por el mítico Gary Cooper titulada "Tambores lejanos". No me voy a referir a la trama argumental, solo diré que va de indios feroces y colonizadores blancos. Me viene al pelo para recordar el tamtan de los indios, que se oía a grandes distancias y que según su son anunciaba una desgracia para los que se adentraban en las praderas, porque los indios se habían pintado con las pinturas de la guerra. Los tambores eran, pues, un mal presagio y en aquellos tiempos, un modo de comunicación entre los habitantes de la gran pradera.
Ahora no hay tambores, ni tampoco tamtans que anuncien una matanza. Pero hay medios de comunicación que difunden y expanden una noticia, incluso antes de que se produzca el suceso. Hay que estar atento a esos tamtans actuales para vislumbrar lo que se avecina.
Es preocupante que se esté hablando mucho últimamente de los pocos trabajadores que hay, los escasos que son los que cotizan y los muchos pensionistas y parados que sobreviven, en frase desafortunada y ofensiva de una lideresa, de la mamandurria. Si hay pocos cotizantes y los parados no pueden cotizar por motivos obvios, los únicos a los que se les va a reducir, vía impuestos o vía decreto ley, sus emolumentos mensuales van a ser a los pensionistas, sobre todo a los de las pensiones más altas para que haya dinero para repartir
El argumento es que hay que ser solidarios y que los pensionistas de más altos ingresos deben contribuir más. Que eso se diga, machaconamente y sobre todo en los medios informativos más próximos al gobierno, es para preocupar. Porque lo que no se dice es que estas altas pensiones lo son porque han cotizado durante toda su vida laboral por la cantidad más alta, que han cotizado un mínimo de 35 años, en algunos casos más de esos 35 y que con sus aportaciones contribuyeron a crear un fondo de pensiones, que el actual gobierno parece que se está gastando, no se sabe bien en que y además sin dar ningún tipo de explicaciones.
Los pensionistas no tienen la culpa de la política de empleo actual, esa en la que hay una mayor manga ancha para el despido, en la que se ha suprimido los convenios colectivos, en la que no hay sitio para las prejubilaciones (amplia y desmesuradamente contempladas hasta ahora).
Los pensionistas no tienen porqué pagar los despilfarros, ni la política económica del ladrillazo, la especulación y el pelotazo. Tampoco hay que recriminarles no haber suscrito un plan de pensiones que les ayudara en los momentos de crisis. ¿Cómo iban a suscribir un plan de pensiones los trabajadores a los que les costaba llegar a fin de mes, después de pagar la hipoteca, las tarifas eléctricas desmesuradas, el precio de los carburantes mas elevados de U.E. o casi? Ha habido empresas que han suscrito esos planes de pensiones y esas mismas empresas son las que están recortando salarios y precarizando empleos.
Al paso que vamos si las pensiones se precarizan también en beneficio ¿de quién?, quién va a relanzar el consumo, que se diga lo que se diga, es el que mantiene el empleo, a falta de otras medidas. Si no hay posibilidad de pagar una hipoteca con la que comprar una vivienda, si no ésta se puede equipar, si no se compran coches, por muchos planes de incentivación que se decreten, si no se compra ropa nueva y nos apañamos con remendar al vieja, no solo vamos a hundirnos los españoles sino también les va a llegar a nuestros "socios" comunitarios, sobre todo esos que se están llevando nuestra generación mejor formada, para que les solvente sus problemas de I+D+i, a precios más barato, siendo como es mejor que sus propios y hasta ahora solventes universitarios.
Si el tamtan anuncia la llegada de los salvajes "mercados" y no tenemos un 7º de Caballería, el Estado, que les contenga, nos arrancarán, además de la cabellera, los trabajados ingresos de nuestra tercera edad.