El amor no hace daño: cómo identificar una relación violenta y huir de ella

  • El amor no hace daño: cómo identificar una relación violenta y huir de ella
  • El amor no hace daño: cómo identificar una relación violenta y huir de ella
  25/11/2020

El amor es cosa de dos, no de uno. ¿Cómo saber si estás en una relación dañina? Si tienes una relación de desigualdad y tu pareja quiere controlarte y dañar tu autoestima… sí, ¡lo estás!

Las relaciones violentas

La violencia de género más común no es solo física: también está la psicológica, la invisible a la vista. Una relación tóxica te puede convertir en una persona dependiente de tu pareja a fuerza de manipulaciones. A veces se aceptan de forma natural actitudes o comentarios por diferentes causas (baja autoestima, miedo a estar solas, problemas en el contexto familiar, etc.). Este tipo de conductas termina por destruir a cualquier persona, tanto física como psicológicamente. Por eso, no debemos normalizar los episodios violentos de ninguna pareja. 

Si eres víctima de violencia, tienes que saber que esta no es parte del amor. Si tu pareja empieza a prohibirte cosas, quiere leer los mensajes en tu móvil, te dice cómo tienes que vestir, te monta escenas de celos y te echa la culpa de todo… eres víctima de violencia.

Si no te ves capacitada o no tienes las fuerzas suficientes para huir de esta relación, siempre puedes solicitar la ayuda de un profesional. A veces nos podemos sentir tan enganchadas emocionalmente a una pareja violenta que somos incapaces de avanzar.

 

Tipos de violencia de género 

Hay diferentes maneras en las que se manifiesta la violencia, pero las principales son: física, verbal, económica y sexual. 

La violencia física se manifiesta con golpes o empujones, tirones de pelo o pellizcos. Son actos deliberados por parte del maltratador. Con estas acciones él consigue que su pareja le tema, respete y disminuya su autoestima.

Todos hemos escuchado alguna vez “calladita estás más guapa” o “¿con ese carácter a ver quién te aguanta”? Desgraciadamente hay muchísimos ejemplos de palabras violentas, como explican los lingüistas de Babbel. El maltrato verbal se puede manifestar con palabras que humillan, expresan desaprobación constante y ofenden a la víctima.

Cuando una pareja comparte fondos comunes y el hombre decide gestionarlos él solo, está menospreciando a la mujer. Generalmente trata de hacerla sentir una incompetente, y lamentablemente con el tiempo la víctima termina por creérselo. En este caso hablamos de violencia económica.

Otra manifestación de violencia es la violencia sexual. Si no quieres tener relaciones sexuales por el motivo que sea, o no quieres tenerlas de la forma que te pide el maltratador, tienes que decir que no. Si él te obliga, eres víctima de violencia sexual. El respeto es la base de toda relación, y nadie debe obligar a nadie a hacer algo que no quiere hacer.

 

Terminar una relación violenta

Terminar una relación no es fácil, menos todavía si se tiene una pareja violenta. A veces la víctima puede incluso echar de menos a su ex pareja. Esta actitud muestra la dependencia y la fragilidad de las víctimas. Sin embargo, terminar estas relaciones es posible. 

En primer lugar, tienes que reconocer tu dependencia emocional, para poder avanzar y superar la ruptura. No escuches a tu pareja si te pide perdón y te promete cambiar. ¡No cambies tu decisión! No permitas que nadie te anule como persona, mereces vivir la vida libremente y sin ataduras. No dejes que nadie te controle ni te haga sentir inferior:mereces una pareja que te respete y te valore.

Otro aspecto importante en una situación de violencia es el amor de tus seres queridos, que te apoyarán en ese cambio tan importante que quieres hacer en tu vida. Te darán la fuerza y te guiarán en cada paso. Cuenta con ellos y no hagas las cosas tú sola.

Terminar una relación violenta es el primer paso para retomar el control de tu vida y poder encontrar la felicidad que mereces.

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