JESÚS MIGUEL GONZÁLEZ LANÁQUERA: Hemeroteca 1971. Sucedió en Dénia hace 50 años
No parece que fuese 1971 un año demasiado pródigo en noticias y sucesos ocurridos en Dénia y su comarca, a tenor de lo que podemos encontrar después de una exhaustiva consulta a la hemeroteca digital (en este caso la del diario La Vanguardia de Barcelona, por resultar la más accesible y cómoda para la navegación, y sobre todo gratuita). Así que el citado año validaría con creces ese conocido dicho periodístico que afirma que la ausencia de noticias siempre es una buena noticia, seguramente porque lo habitual es temer que la mayoría de las noticias, cuando se producen, sean malas noticias.
La peor y más trágica de todas está fechada el 21 de julio con el titular estremecedor “Toda una familia perece en un paso a nivel”, y así fue que el automóvil en el que viajaba un matrimonio francés con sus dos hijos menores de edad fue arrollado por un automotor de la línea de vía estrecha de Cartagena a Dénia (sic) en un paso a nivel en el término municipal de El Verger, siendo arrastrado varios metros y resultando muerto en el acto el conductor del vehículo, de 42 años, y su esposa, de 40. Sus hijos, una niña de 10 años y un niño de 5, fueron trasladados en gravísimo estado a una clínica de Dénia, en donde fallecieron en las horas siguientes. No hay más detalles acerca de las circunstancias del accidente.
El 12 de junio se informa extensamente del cierre de la fábrica de cemento de la empresa Cemesa, que venía funcionando desde 1955 en las afueras de Dénia, resaltando que se trata de un conflicto entre los intereses industriales y los agrícolas, ya que las emisiones de polvo y humo de la chimenea de la fábrica afectaban gravemente a los cultivos de agrios radicados en sus inmediaciones. El contencioso se había iniciado en 1967, cuando la Hermandad de Labradores de Dénia denunció la situación, demanda que fue reconocida por el Tribunal Supremo. No obstante, la empresa planteó un recurso alegando que se habían instalado filtros correctores en la chimenea y presentado numerosos informes técnicos, medioambientales y agrarios que certificaban que las emisiones ya no resultaban perjudiciales para la agricultura, precisándose tan solo una nueva licencia municipal para proseguir la actividad. El Ayuntamiento, sin embargo, no solo no concedió dicha licencia, sino que instó a la cementera a cerrar sus instalaciones en el plazo de diez días. El 20 de julio se volvía a informar en el periódico sobre el tema, bajo el titular “Persiste el problema de la fábrica de cementos de Dénia”. Finalmente, como es bien sabido, el contencioso se resolvió con el cierre definitivo de la fábrica -un centenar de trabajadores perdieron su empleo-, y el abandono de sus estructuras e instalaciones que, medio siglo después, permanecen en pie. La esbelta chimenea de ladrillo sigue siendo protagonista del paisaje, erguida con la mole grisácea del Montgó al fondo y representando un rotundo y hermoso vestigio de la decadencia industrial de aquella época.
Se cerraba una fábrica, y se proyectaba abrir otras. El 6 de abril el periódico informa de los excedentes de cítricos en la provincia de Alicante, y de la consecuente necesidad de construir dos fábricas para la elaboración de zumos, una en la Vega Baja del Segura y otra en Dénia, con un coste de 62 millones y medio de pesetas para cada una de ellas, estimándose la producción anual de ambas factorías en 400 toneladas de zumos concentrados, 400 de esencias, 100 de cortezas secas y 3.000 de residuos para piensos. Desconozco si llegaron a construirse esas fábricas.
La información meteorológica, los temporales y las pérdidas en cosechas y cultivos son un tema recurrente en la prensa española de antaño. En 1971 el periódico La Vanguardia tiene incluso una sección curiosamente titulada “Así va el campo”, y el 12 de enero puede leerse en su página correspondiente que las recientes heladas han causado más de 3.000 millones de pesetas de pérdidas solo en la región levantina, y que para la exportación únicamente quedan 400.000 toneladas de naranjas sanas. En la provincia de Alicante, los daños más cuantiosos se han producido en sus dos extremos geográficos, Dénia y Orihuela. Pero otras veces el tiempo también trae buenas noticias. El 9 de octubre se informa de que en los dos últimos días ha llovido intensamente en esta provincia, registrándose 190 litros por metro cuadrado en Dénia. Los agricultores de las zonas afectadas aseguran que las precipitaciones han sido beneficiosas para los cultivos, con excepción del tomate y el algodón.