La ignorancia genera violencia
No me atrevo a dar la cifra de mujeres asesinadas a manos de sus parejas porque aumenta cada día, diré que en el momento de sentarme al teclado son 43.
Los porcentajes por edades, nacionalidades, regiones, denuncias, protección, en vigor y retiradas...¿cómo es posible que una orden de protección caduque?...son escalofriantes.
Quisiera escribir que hay uno o varios grupos sociales que no son violentos, los intelectuales, poetas, artistas plásticos, fotógrafos, arquitectos, universitarios en general.
Pero no, imposible sostener semejante teoría.
Cierto es que la gran mayoría de maltratadores que salen a la luz pública por asesinar a sus parejas, tienen una formación limitada.
Pero no es menos cierto que hay una impresionante cantidad de maltratadores ocultos detrás de títulos universitarios u obras de arte.
En realidad, el maltratador o maltratadora (que también las hay a granel) se forman en esa asignatura por falta de educación que no de cultura.
Lo mismo ocurre con los toros, parece imposible que personas con una formación cultural muy alta, verdaderas eminencias sean amantes de los toros, ya no es que los acepten o toleren, es que los aman.
Claro que adoran a los toros y aplauden a los toreros más o menos puntuando según maten mejor o peor al animal.
Pero esa, es otra guerra... hoy reflexiono sobre la mala educación, la falta de información de quienes creen que una bofetada a tiempo arregla muchas cosas.
Eso es de bárbaros, clara falta de civilización, mientras estamos del lado de quien da la bofetada todo está muy bien, pero el que la recibe no es que aprenda, modifica su actitud, no lo vuelve a hacer por miedo, no por convicción.
Cree haber conseguido su objetivo, nada más lejos, sólo logra inculcar rencor, que tiempo después será vengado en otras personas transformadas en maltratadores.
Malos tratos no sólo son bofetadas o puñaladas, también lo son actitudes de desprecio, pisoteo de la autoestima, traiciones y tantas otras que hacen que "la víctima" se debilite hasta lo insospechado.
No se puede en tan poca líneas ahondar en este tema, pero sí dejar un mensaje claro:
No es más macho el que más pega sino el que más dialoga.
El comprender la igualdad es algo reservado a la inteligencia.