Los avisos del Alzehimer
??INÉS ROIG (*)
Si se tienen entre sesenta y setenta años, u ochenta, o cincuenta, da igual, y no se recuerda el nombre del protagonista de una película, no se preocupe. No crea que estos son los primeros síntomas del Alzehimer, ni tampoco piense que son cosas de la edad. Ni lo uno ni lo otro.
El Alzehimer no tiene cura, pero un diagnostico temprano puede retrasar los efectos de la enfermedad y la perdida de autonomía; en suma, mantener su calidad de vida.
Así que a partir de cierta edad, puede haber aspectos que disparan una pequeña señal de alarma y surge la duda de si se está en la antesala de una enfermedad. ¿Cuáles son los síntomas prematuros del Alzehimer? ¿Cuándo puede ser necesario acudir a un especialista?
El síntoma que más llama la atención es la perdida de memoria. Si bien es cierto que hay un tipo de perdida de memoria que en un porcentaje elevado puede desembocar en Alzehimer, hay otras perdidas de memoria que responden a otros factores, como el estrés por ejemplo.
¿Cuándo acudir al especialista? El problema es que con frecuencia el estadio inicial puede pasar desapercibido. Como la enfermedad tiene una forma de aparición muy variada, no sigue un patrón único, y a veces resulta complicado para el paciente o sus familiares distinguir los primeros síntomas del Alzehimer de los cambios propios de la edad.
Según los expertos tienen que darse varios síntomas para poder pensar que se trata de un inicio de Alzehimer y, en cualquier caso, requiere valorarlo para no caer en un alarmismo que no se corresponde con la realidad de la situación. Por ejemplo, no recordar el nombre de una actriz no es un síntoma. Si lo es el olvidarse reiteradamente de lo que se ha hecho el día anterior o de la pregunta que acaba de plantear y de la respuesta que se acaba de recibir. En cambio, olvidarse de palabras difíciles, técnicas o de uso poco habitual no tiene porque disparar la alarma. Si, si generalmente se va olvidando de palabras comunes como mesa, bolígrafo, lápiz, ventana o lechuga. En la memoria afectada por el Alzehimer, se produce una alteración por la que no se puede almacenar bien la información, así que no se recuerda una información que se le ha dado recientemente y se hace repetitivo con las preguntas.
Como no siempre los fallos de memoria responden al Alzehimer los expertos destacan otros síntomas a tener presentes. Y entre otras cosas señalan la percepción del tiempo, descolocar en el calendario situaciones vividas, cambio de carácter o personalidad. Volverse apático sin ganas de hacer nada cuando habitualmente se trata de una persona activa. O tener ideas de carácter delirante, como pensar que le han robado la cartea cuando sencillamente no recuerda donde la ha dejado.
Es importante hacer pruebas de memoria como realizar una valoración cognitiva por neurólogos. En las personas que presentan problemas de memoria pero no presentan déficits en otras áreas, no hay mayor problema que la ansiedad que pueda causar tener consciencia del envejecimiento. La señal de alarma puede saltar cuando las deficiencias cognitivas son graves y se producen en dos o más áreas tales como la memoria, el lenguaje, cálculo, orientación y juicio.
En cualquier caso, cuando aparece la enfermedad no hay tratamiento de sus causas. Si podemos mejorar sus síntomas y podemos retrasar su pérdida de autonomía hasta tres años. No se puede prevenir la enfermedad, pero si podemos entrenar el cerebro para que tenga más recursos, sea más fuerte para hacer frente al Alzehimer y preserve en la medida de lo posible su calidad de vida.
Sin duda, cada persona es un mundo y cada sociedad también. No es lo mismo un entorno rural que el urbano, donde en general se vive más la soledad. Cada vez se detecta la enfermedad en personas más jóvenes porque cada vez es más importante la memoria. Todos quieren ser independientes y valerse por si mismos. Ahora se quiere vivir un envejecimiento independiente y autónomo. Tal vez el miedo al Alzehimer recuerda la fragilidad de la autonomía y la independencia. Todos dependen de todos. Eso es difícil olvidarlo.
(*) Farmacéutica