Mi reflexión/RAFAEL SELMA: En tiempos escatológicos
Comienzo esta reflexión, dados los términos que voy a emplear, pidiendo perdón, y es que, aun existiendo otros adjetivos usables, intentaré simplificar, procurando no herir susceptibilidades, dentro de la mayor claridad posible.
Cada mañana, simplemente para recibir las noticias y formarme un criterio lo menos sectario posible, suelo escuchar a Angels Barceló, a Carlos Herrera, a Carlos Alsina y a Federico Jiménez Losantos.
Ello me hace estar informado con la suficiencia que estos magníficos profesionales, y sus colaboradores y tertulianos, vierten a través de las ondas.
Vivimos en una España tan maravillosa que, como bien han comentado ilustres personajes del mundo, ni los gobernantes que hemos tenido, se la han podido “cargar”.
Un país con historia y tradiciones, momentos gloriosos y otros no tanto, acrisolado por multitud de culturas y etnias que nos han colonizado, un país con principios.
A lo largo de los tiempos hemos llegado, a pesar de los indicados gobernantes y las élites dominantes, a ser un país en el que reinan valores y principios como la solidaridad, la familia, la modestia, la humildad, la moral y la ética, incluso variados principios cristianos.
Pues bien, en los últimos dos siglos, mientras nuestro entorno se ha consolidado como un conjunto de países con orgullo y patriotismo, defensor de sus símbolos y valores, nosotros -España- ha seguido en manos de una aristocracia y unas élites mediocres que han impedido el progreso del pueblo y perdido el respeto ganado a lo largo de la historia, y así hemos llegado a lo que tenemos hoy, un país con un sistema político corrupto, en manos de las mismas élites y gobernantes de siempre, y que gobiernan y manejan el “cotarro” muy ajenos a los intereses generales.
Y, me pregunto:
¿Qué respeto nos tiene Europa, esa unión de comerciantes a la que pertenecemos, para que gente huida de la justicia en España, esté disfrutando de plenos derechos y libertades en esa Europa, sin atender requerimientos legales planteados por España? Nos consideran, aunque le den forma y justificación jurídica, un país de mierda. Si no, no se entiende ese comportamiento.
¿Qué división de poderes tenemos cuando hay élites, las mismas de siempre, y partidos políticos totalmente subvencionados, que controlan tanto a los poderes legislativo, ejecutivo y judicial?. Pues un sistema prostituido y corrupto por tanto abuso.
¿Qué sucede cuando gobernantes, que tienen asignación pública, reciben regalos y prebendas por hacer su trabajo, y ni siquiera tributan y se apropian de tales obsequios o privilegios?.
¿Por qué los próceres y líderes perciben emolumentos y asignaciones públicas libres de impuestos?
¿Qué pasa cuando esos líderes y élites, cobran comisiones, y son pillados y no devuelven el dinero en cuestión y campan libres a sus anchas?
¿Qué pasa cuando entre los mismos gobernantes se apoyan en y con leyes inmorales y se alientan a las masas a su incumplimiento, incluso justificando revueltas y acciones criminalmente reprobables aludiendo a un principio de proporcionalidad, sin respeto alguno a las fuerzas de seguridad, y poniendo al mismo nivel a los que provocan daños y revueltas con los que nos tienen que proteger?
¿Por qué se no se controla el cumplimiento de la ley a esos gobernantes que, por delegación del Estado, son representantes de éste en sus comunidades autónomas y se dedican a actuar, incluso públicamente, en contra del Estado?
¿Por qué se permite que un Estado endeudado hasta más allá de sus posibilidades económicas siga endeudándose y, lo que es peor aún, se le continúe regando con dinero público a sabiendas que no podrá devolverlo?.
¿Por qué se consiente que no haya una educación en todo el Estado con materias comunes -lengua, historia, urbanidad- y se potencien leyes adoctrinadoras y en contra del Estado, del bien común y de los principios naturales?. Y que potencien el orgullo de ser español, sin que ello sea excluyente, sino integrador de todos los pueblos que formamos España.
¿Por qué se permite que vayamos perdiendo derechos adquiridos -como la sanidad pública, las pensiones dignas, la seguridad ciudadana, la propiedad de la vivienda, la calidad de vida, etc.- y que los gobernantes no rindan cuentas de sus actos, muchas veces lesivos para el pueblo?
¿Tan difícil es promover, en cada pueblo, viviendas sociales en vez de potenciar promociones privadas especulativas?
¿Por qué no se aprovecha tanto potencial joven en la promoción laboral, apoyando a las empresas que los contraten?
¿Por qué no se dota con medios económicos suficientes la sanidad, la educación, la justicia, la investigación, etc.?
¿Por qué se consiente la disparidad de sueldos, principalmente públicos, entre las distintas comunidades autónomas y entre éstas y el Estado de que forman parte?
Y otros muchos por qués…
Lo dicho al principio, siendo una maravilla de país, nos estamos enmerdando hasta el cuello.
Y el caso es que todo es muy simple.