Fútbol: Moción de censura al presidente del CD Dénia

Carpi a Benavente: “Ahora si que parece que estás de okupa”

La asamblea del CD Dénia celebrada este viernes ha terminado como el rosario de la aurora. Como era de esperar, tras un duelo que rozó el bochorno en determinados momentos protagonizado por dos bandos claramente enfrentados, y desde hace tiempo. De un lado, la directiva que preside Juan Bevanente que utiliza cualquier argumento para aferrarse al sillón, aunque parece que le quedan pocos ya para prolongar la agonía. Enfrente, un sector crítico que gana fuerza en cada encuentro, y que en esta ocasión había dado un paso al frente presentando una candidatura alternativa liderada por José Pastor “Carpi”. 

El empeño de Benavente por mantenerse en el sillón presidencial parece ya una cuestión de cabezonería. Tiene a los socios en contra -solo le soporta los familiares y los más allegados-, y la mayoría crítica le tumba cualquier propuesta. En esta asamblea ordinaria el equipo de Benavente ni tan solo ha sido capaz de sacar adelante la aprobación de las actas anteriores, y ni mucho menos las cuentas y los presupuestos del próximo ejercicio. 

Tras la ordinaria, la extraordinaria, la de las elecciones a presidencia, en la que la tensión ha crecido hasta explotar. La actual directiva anuncia ante Carpi y su grupo que no se ha presentado ningún candidato alternativo dentro de los plazos previstos, y se dispone a proclamar presidente a Benavente. Estalla la Casa de la Paraula, que en ese instante más bien parece la de los gritos y los improperios, y los de Carpi presentan el plan B ante el rechazo a las urnas: la moción de censura. Con el apoyo de 65 socios, mayoría suficiente, y la primera en la historia del club groguet. 

La mesa alimenta el desconcierto primero desligitimando la moción de censura porque, arguyen, las firmas deben ser presenciales. Casi nadie se lo cree, entre otras cosas porque el sector crítico ha estudiado con determinación los pasos a seguir, y se ha leído los estatutos. Abrumada por la presión de los socios, la directiva deja caer el 5 de agosto como fecha para las elecciones a la presidencia del club, antes de huir en desbandada y con el rabo entre las piernas. Tal vez ni les sirva ya este amago, porque la moción de censura es otra cosa, nada tiene que ver con elecciones. Es un instrumento para apartar a la actual directiva de sus cargos, por lo que el club podría pasar a quedar en manos de una gestora que sería la que debería convocar las elecciones, advierten desde el bando alternativo.

Un despropósito tras otro. A la directiva de Benavente hace tiempo que se le ha ido de las manos el control de la masa social del club, y ahora como que parece que no tiene sentido tanta tenacidad por mantenerse en la poltrona. Y menos cuando los plazos apremian, porque es en estas fechas cuando se construyen los equipos, se programa y se compromenten los fichajes de la temporada siguiente. No se puede perder un día, y ni mucho menos un mes, y seguir en este estado de incertidumbre permanente. 

DE DERRAMAS Y OKUPAS

La tensión de la reunión ha dejado algunos episodios sobresalientes. De un lado, el anuncio desde la directiva de que se aplicará una derrama a los socios para hacer frente a los gastos judiciales que se han producido en el último curso precisamente por las disputas con el sector crítico. Una derrama que podría alcanzar los 100 euros por socio, según atribuyó el tesorero José Vicente Benavente, aunque podría ser una cantidad bastante inferior, tal y como corrigió uno de los socios tras echar cuentas. 

El otro capítulo destacado fue un cruce dialéctico directo entre “presidentes”, Benavente y Carpi. El primero había censurado a un socio que le comparara con un “okupa”, en una metafórica alusión al afán del presidente por el cargo. La misma expresión utilizó Carpi para recriminarle a Benavente, en un momento de máxima tensión y tras presentar la moción de censura, su tesón por afianzarse en el puesto: “ahora si que parece que estás de okupa”.