ÁNGEL SERRANO ZURITA / Iceta lo peta (*)

ÁNGEL SERRANO ZURITA / Iceta lo peta (*)
  04/12/2017

 

Los titulares de la estrategia de polarización de la sociedad catalana tienen un muy difícil papel, una vez puesta en marcha la campaña electoral del 21D. La razón: la agonía se ha prolongado demasiado y las personas, tras el alboroto, necesitan respirar. Necesitan un clima de calma y sosiego. Necesitan moderación frente al extremismo.

            Ciudadanos se equivoca dándoselas ya no de favorito, sino de vencedor. Además, su campaña incendiaria, en muchos aspectos, manifiesta la mala lectura de la situación que ha realizado la barbie morena y su séquito, Arrimadas y su corte. La ciudadanía no busca más confrontación, no quieren continuar siguiendo la lógica españolismo contra independentismo. Quieren recuperar los principios de respeto y juego limpio que permitieron, en otra época, pactos políticos que ahora se vislumbran como imposibles (los de Bolonia, pongan “tripartito” en Google). En política, entre el negro y el blanco, hay toda una escala de grises.

            Frente a ello, aunque los medios se empeñen en señalar que forman parte del mismo bloque, está el PSC de Miquel Iceta representando un futuro escenario constructivo, sin salir de los principios fundamentales del catalanismo sano. Más que gris, la bandera que enarbola es multicolor.

Esa postura está generando titulares del tipo La resurrección del PSC, ante una verdad incontestable: los socialistas catalanes pierden su condición de partido residual, a partir de una coherencia interna, desaparecida desde tiempos de Maragall, que los hace subir en las encuestas. Aquel regordete bailongo al compás del Don´t stop me now de Queen, que no tenía visos de llegar a President, regresa y con fuerza. Iceta lo peta y de qué manera.

Al ver esto, los independentistas parecen haber aprendido la lección, aunque sólo sea por la cercanía de los comicios. Esquerra habla de la vía unilateral como algo que nunca se ha emprendido, como un producto de la  imaginación del Estado español. Esto refleja a la perfección que son mayoría los catalanes que abogan por el diálogo y un nuevo encaje territorial. El “por las bravas” ya no es una opción, excepto para Puigdemont.

 

(*) Periodista.

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