ÁNGEL SERRANO ZURITA/ ¿Y si Som Valencians tiene razón? (*)

Nunca he sido partidario de que sea una empresa privada la encargada de sacar las castañas del fuego a las administraciones públicas en lo que respecta a la cobertura de nuestras necesidades y el cumplimiento de nuestros derechos. No obstante, la propuesta que ha lanzado el partido Som Valencians para financiar y ejecutar cuanto antes el Tren de la Costa, viejo compañero de viaje de nuestras reivindicaciones, no suena del todo mal.

            Pretenden que sea Abertis la paganini, a cambio de prorrogarle la concesión de la autopista cinco años más; algo que la empresa no merece, tras la gestión tercermundista de la vía que ha llevado a cabo. Sin embargo, el hecho de que se vea obligada a reinvertir sus descomunales beneficios en nuestras necesidades ya me va gustando más. Más aún, si en esa negociación adquieren el compromiso de gratuidad para todos los valencianos, así como para los residentes en nuestra Comunitat.

            Tras anunciar Fomento su compromiso de convertir el tramo Gandia-Oliva en una realidad, parecería que debiéramos alegrarnos porque cada vez esté más cerca nuestra conexión. La verdad es que es de bien nacido ser agradecido y cabe reconocer a la alcaldesa de Gandia, Diana Morant, su empeño para que las intenciones de Madrid se extiendan cuanto antes a nuestra ciudad. Sin embargo, seríamos imbéciles si nos pusiéramos a dar palmas y saltar con un pie. Muchos de los que como usted están leyendo este artículo se morirán sin subir a Valencia en tren como otros muchos se han muerto sin hacerlo. Seguro.

            Este es el motivo que me lleva a poner en valor la propuesta para la consecución de la vertebración ferroviaria de nuestro territorio, a través de una colaboración público-privada. Me queda la duda de si Abertis y las fuerzas políticas con representación en Les Corts Valencianes estarían dispuestas a ello y en qué sentido lo estarían.

(*) Periodista.