Pobre pero limpito

  27/10/2014

Guillermo_Ares_Opinion

Allá por la larga y lejana cordillera de Los Andes y allá por los años cincuenta del siglo pasado, un anciano indígena de aquellas montañas dijo que se podía ser pobre pero había que ser limpito.

Loargumentó diciendo que se puede llevar los calcetines rotos pero no sucios.

Eso se lleva en la educación,aún con pocos recursos, viviendo en chozas sin agua ni luz se hacían verdaderos sacrificios para cuidar de la higiene, tanto personal como de sus precarias viviendas y su entorno.

Aquella gente no podía, aún hoy no todos pueden, ir al colegio donde aprender que dos más dos son cuatro, que se puede ser pobre pero limpito.

Entonces nace la gran duda, en un siglo XXI cuyo sistema proporciona obligatoriamente unos primeros estudios, cómo es posible que cuando se retiran los rastros y mercadillos de nuestros pueblos ese espacio parece un vertedero.

Aquí hay que romper una lanza por los equipos de limpieza de cada ayuntamiento, son capaces, en un par de horas, de eliminar ese otro rastro de mugre y mala educación.

Esta falta de cultura del orden y respeto a los demás, especialmente a los que vienen detrás, también la vemos en las playas y calles, pero lo de los mercadillos es todo un temazo.

Quejarse es fácil, aunque dar ideas no siempre sirve ya que quienes tienen que resolver estos temas no oyen ni leen cosas que puedan ensombrecer sus medallas, no obstante, poner en los mercadillos y rastros muchas papeleras del tamaño de los contenedores y multar en el momento a quienes tiren, o dejen caer, un papel al suelo, podría ser parte de la solución.

Como en todo, la base del problema está en la infancia, en casa y el colegio, el resultado de hoy dice claramente que en ninguno de los dos se enseña o se sabe enseñar modales y buena educación.

Total, que por una vez, los ayuntamientos no tienen la culpa.

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