Que los brazos no te delaten
??INÉS ROIG (*)
Cuidar los brazos es una de las actividades más solicitadas en el gimnasio. Si no se cuidan, llega una edad en la que los brazos se convierten en una alarmante señal del paso del tiempo, sobre todo en el caso de las mujeres, que ven como el brazo se afea sin remedio y queda flácido, como descolgado. Este deterioro depende de muchos factores, como la elasticidad de la piel, el tono muscular y la cantidad de grasa acumulada.
Los brazos cuelgan por la suma de varios problemas. Pero el más importante es la flacidez de los tejidos: si la piel de la zona ha perdido elasticidad, es muy difícil que sostengan las carnes en su sitio. La piel puede ser más o menos elástica pero hay que tener en cuenta otros factores que intervienen como el sobrepeso actual y el que hayamos podido tener en el pasado.
Otro factor crucial es la grasa: a más grasa, mayor es el peso que debe aguantar la piel y menor la elasticidad de esta. Y el último y más importante, el factor definitivo es el tono muscular: unos tríceps suficientemente tonificados evitaran que la carne tiemble en cada movimiento del brazo.
Esta flacidez tan antiestética ocurre con mayor frecuencia en mujeres que en hombres, por dos razones: la primera es que las mujeres suelen tener menor tono muscular en general y la segunda porque genéticamente los hombres almacenan menos grasa en esa zona.
Durante la adolescencia y juventud, la piel, tersa aún, lo mantiene todo en su sitio, independientemente de que lo que haya debajo sea músculo bien tonificado o grasa. Pero con el tiempo, el peso de la grasa va destrenzando la piel. Eso es precisamente lo que hay que prevenir antes de que ocurra.
Para revertir el proceso la idea es eliminar primero la grasa sobrante (con una buena dieta) para luego tonificar la zona: el músculo al endurecerse se tensa y por tanto se sostiene mejor. Que la piel se vuelva a ajustar depende de la genética de la persona, del cuidado de la piel y lógicamente de la edad.
Es muy importante evitar perdidas de peso rápidas especialmente después de los 35 años, además de seguir un programa de tonificación de brazos desde joven y una dieta equilibrada rica en proteínas y verduras y baja en grasas e hidratos de carbono, además de limitar el consumo de alcohol y dejar de fumar.
Hay que tener en cuenta que una vez solucionado el problema, no hay que olvidarlo. Tonificar siempre los brazos es el único camino posible para que el resultado sea óptimo.
(*) Farmacéutica