Sobre la ropa usada que donamos
La semana pasada la Sexta de Televisión emitió un programa sobre "el negocio de la ropa usada que donamos".
Lamentablemente quienes lo hicieron sólo mostraron una parte del negocio, la mala, la que difama, la que hace pensar que todo es una gran estafa, que nos engañan como a niños y sí, una parte de quienes recogen ropa usada, nos engañan de muy mala manera como se mostró en ese programa, que además, supongo se puede ver por internet en cualquier momento.
Colaboré durante todo el año 2013 gestionando la recepción de ropa usada para El Ejército de Salvación de Dénia.
Organización de la que me he retirado por mil y una razones diferentes, pero de ninguna manera por pensar y mucho menos creer que se hacía mal uso de la ropa que recogíamos.
Esta otra cara de la recogida de ropa es la que no se dijo en la tele y que es bueno que se sepa.
El camino de la ropa usada en las organizaciones e iglesias es muy distinto al de las empresas privadas que ponen contenedores con el permiso debido (aunque indebido) de los ayuntamientos que permiten una verdad magnificada o una mentira a medias y encubierta cuando autorizan a que se diga claramente que "una parte de los beneficios se destinan a obras sociales".
Vergüenza debería dar a los ayuntamientos cuando saben perfectamente que todo es una farsa ya que el porcentaje que pudiera llegar a obras sociales es ridículo.
La ropa llega a las iglesias o tiendas solidarias, se selecciona para un ropero solidario destinado a volver a donarla a personas necesitadas, otra para poner a la venta en las propias tiendas solidarias a precios entre 0,50 y 12 euros, predominando las prendas a 1 y 3 euros que, en casos de necesidad, son cedidas a aquellas personas que lo soliciten antes de venderlas.
Lo que sobra de todo ese montón de ropa, se recicla y se vende como trapo para la industria que mostraban en la tele o a empresas que compran a 0,30 ó 0,40 euros el kilo.
Las cuentas son claras, una tonelada de ropa se vende en el mejor de los casos a 400 euros, se puede tardar un par de meses en juntar esa cantidad en nuestra región.
Esos 400 euros se traducen en alimentos o en mantener infraestructuras que sirven para ayudar a gente necesitada.
Si esas infraestructuras están mal gestionadas, o son demasiado caras de mantener para lo poco que dan, esa es una discusión que nada tiene que ver con la ropa usada, que doy fe, se utiliza con fines absolutamente benéficos que no se mostraron en la tele.