Una aventura por el Hospital Marina Salud

Allá por el diez de diciembre se rompió mi muñeca izquierda a causa de una caída libre en paracaídas sobre Los Alpes, queda mucho mejor que confesar haber tropezado conmigo mismo y caer estúpidamente sobre la mano en cuestión.

Restando importancia al tema, en el ambulatorio de Dénia me hicieron un primer diagnóstico con vendaje y la sugerencia de visitar al servicio de Urgencias del Hospital Marina Salud.

Después de cuatro largas horas sólo se me había hecho una radiografía, finalmente el diagnóstico fue de rotura y tratamiento con escayola.

Una impecable atención por parte de jovencísimas profesionales seguramente en prácticas a juzgar por su modo de desenvolverse y los resultados que sigo relatando.

Al segundo día decidí volver a preguntar si era normal la hinchazón, el dolor y color que pesaba sobre mis dedos al aire.

Después de otras cinco horas, se decidió cortar la escayola longitudinalmente de modo que disminuyese la presión.

Tres días más y hubo que pasar otra vez por la espera de otras tantas horas para volver a cortar otro poco de escayola en una clara prueba que las dos anteriores no habían sido precisamente un trabajo bien hecho.

Después de una serie de citas, rayos y vuelta a cita en lugar de rayos y cita, ahorrando un trámite, pasaron cuarenta días ya sin escayola y a control, donde descubrimos que el dedo pulgar no responde adecuadamente, llamada al doctor más veterano para supervisar el nuevo diagnóstico, se confirma que "tal vez" haya un tendón averiado, hay que pasar por una ecografía, si se confirma, la operación no es sencilla y tiene para otros dos meses de escayola.

Pregunto: ¿no era posible hacer, el primer día, una radiografía y una ecografía para asegurarse que no pase aquello que pasó?

No digo hoy qué pienso, lo dejo al gusto de cada uno.