Vida de perros
Este año se está disparando la conciencia sobre esta gama del mundo animal, el perro es junto con el gato la cabeza de la lista disparatada de malos tratos y abandonos y por supuesto, España está a la cabeza a muchísima distancia del segundo.
Por no entrar en una montaña de cifras y estadísticas, valga decir que las cosas están alrededor de 400 perros abandonados al día en toda España.
La estúpida cifra de casi 150.000 abandonos al año.
Se dice que en países como Alemania, Suecia, Noruega o Finlandia se abandona un perro al año y se cree que es porque su dueño se emborrachó y no se acuerda donde dejó a su mascota.
Mucha gente trabaja para reparar tanto daño, pero mucha más no sabe cómo educar a sus hijos inculcándoles una mayor responsabilidad hacia los animales que obviamente se decanta por el cariño y amor.
Ya hay una asociación en Dénia que ofrece dar charlas gratuitas en colegios e institutos de toda España en busca de un acercamiento de los niños y adolescentes a los perros y animales en general, si hay alguien interesado, se llama Patas Grandes.
Como todos los problemas sociales, este también tiene su punto débil en las bases, en la educación a muy temprana edad para formar a futuros adultos que a su vez sepan formar a las nuevas generaciones.
Hoy por hoy, mientras se siga adorando a la fiesta taurina, habremos hecho muy poco.
Mientras los cazadores abandonen a sus perros porque ya no cazan o se mate y abandone a galgos porque ya no corren lo suficiente, no habrá quienes puedan inculcar una nueva cultura más sana y civilizada.
Mientras quienes se dedican de una u otra forma a defender, cuidar y ayudar a animales en general o a perdidos y abandonados no se pongan de acuerdo para trabajar en equipo en la única dirección de ayudar a animales sin vanidades, envidias y medallas, sin perjudicar unos a otros incomprensiblemente ya que al perjudicarse entre ellas sólo hay una verdadera víctima, el animal, mientras no haya acuerdos y buena FE de la de verdad, será mejor centrar los esfuerzos en las nuevas generaciones, a las que se les inculquen valores verdaderos.
No se trata de llenar protectoras hasta rebosar o de conseguir adopciones a cualquier precio por personas que aún no están preparadas para integrar en su familia a un nuevo integrante de cuatro patas, se trata de controlar la natalidad y de formar a las familias que desean adoptar una mascota para que no haya más adelante abandonos o incesantes búsquedas de nuevos dueños.
Como en todo, otra vez está claro que la información y la cultura son las claves de una sociedad equilibrada.