El director del parque pide mayor presencia de los agentes de la autoridad en la Cova Tallada
A pocos días de que se cierre la reserva obligatoria para acceder a la Cova Tallada, el balance del verano es bastante positivo si se comparan las cifras con las del año pasado. El número de personas que ‘se cuelan’ -es decir, que acuden sin reserva y sin hacer caso de las recomendaciones de los educadores ambientales del Parque Natural- ha descendido respecto al verano de 2019. Si entonces un 16% de los visitantes llegaba a la cueva sin permiso, este verano lo ha hecho el 5%. Y no es que haya habido menos visitas. Las reservas en todas las franjas horarias se han completado y en ocasiones con tres o cuatro días de antelación. Ahora bien, se ha echado en falta una mayor presencia de los agentes de la autoridad en el interior de la cueva para controlar los aforos. Así lo puso de manifiesto el director del parque, Joseba Rodríguez, en la reunión que celebró la Junta Rectora el jueves en Ondara.
Desde la Dirección del Parque Natural del Montgó se considera necesario que agentes de la Policía Local de Dénia y Xàbia, Guardia Civil, Policía Autonómica o Agentes Medioambientales comprueben de vez en cuando que las personas que hay dentro de la Cova Tallada cuentan con la perceptiva autorización “porque sabemos que hay gente que sigue entrando sin permiso”.
El control de aforos se estableció en el verano de 2019 ante la afluencia masiva de visitantes que registraba la cueva, tanto por tierra como por mar. La reserva, a través de la web del Parque Natural y con un máximo de 5 por persona, es necesaria entre el 15 de junio y el 30 de septiembre. Un estudio determinó que su capacidad de acogida era de 71 personas, de modo que se establecieron 6 bloques horarios que dan acceso a un total de 370 personas al día; se incluyen las que acceden en kayak de forma individual. Para las empresas de kayak que organizan visitas en grupo, se llegó al acuerdo de fijar 7 bloques horarios para un total de 112 personas al día.