Una reflexión sobre el lenguaje y el arte en Els Magazinos
Las obras de Rafael Hernández desarrollan el lenguaje braille y lo combinan con dibujos de siluetas humanas
El artista Rafael Hernández llega al Taller Turia de Els Magazinos con la exposición “La palabra habitada”, que invita a reflexionar sobre la relación entre el lenguaje y el arte. Hernández considera que “dibujar es escribir” y viceversa. Sus cuadros son una combinación del lenguaje braille y de figuras humanas sin rostro, que convergen e intentan ordenar el caos de nuestra existencia.
Utilizando el azul, blanco y negro como colores dominantes, las obras de Rafael Hernández se desarrollan “sobre el lenguaje para ciegos, un braille aumentado de tamaño, realizado a la inversa y encerrado tras un cristal en donde nos reflejamos”, tal como explica el propio autor. Hernández apunta que es “un lenguaje desfuncionalizado que se hace visible y guarda un enigmático secreto, un indescifrable mensaje que después será habitado por hombrecillos que añaden otra capa, a modo de palimpsesto, que deja ver el anterior trabajo”.
Una peculiaridad de los cuadros es la incorporación de clavos y el uso del lápiz, el rotulador permanente o la tinta caligráfica para crear unas obras dinámicas y con gran expresividad.
En otra parte de la exposición, Rafael Hernández ha incluido unos cuadros figurativos de temática distinta, como “Aproximación a mi padre”, que incluye un texto poético.
La exposición, que podrá visitarse hasta el 5 de mayo, se inauguró con la asistencia, entre otras personas, del artista Joan Castejón, quien hizo una aproximación a la personalidad y obra de Rafael Hernández.
Se trata de un pintor que ha realizado más de cien exposiciones entre individuales y colectivas en galerías de arte y salas oficiales, repartidas por la geografía española. Ha participado en numerosas ediciones del Salón de Arte Moderno y Contemporáneo de ArtMadrid y en la Feria Internacional de Arte Moderno Art-Karlsruhe en Alemania. Tiene obras en diferentes colecciones públicas y privadas desde la Biblioteca Nacional (Madrid) pasando por museos y ayuntamientos de la Comunitat Valenciana. Hernández se autodefine como “un autor que, desde hace algún tiempo, levanta la piel de lo visible para transitar el oscuro espacio de su interior y comparte casa con el pensamiento”.