Actividad extraescolar: educación emocional y atención temprana
VERÓNICA MONSONIS (*)
Con el Programa de Educación Emocional y Atención Temprana, se pretende favorecer en el niño hábitos que faciliten la expresión y la comprensión de las distintas emociones que sienten por un lado, y por otro acompañarles en su desarrollo psicomotor a través de actividades manipulativas, expresivas y creativas. Cuando hablamos con los niños de las diferentes emociones existentes, ellos comienzan a adquirir un vocabulario emocional, a entender que a veces es normal sentirse enfadados o tristes y observan que pueden comunicar su estado a los demás de diversas formas.
La educación de la inteligencia emocional ayudará al niño a controlar sus emociones, sus impulsos, regular su estado de ánimo… De esta manera aprenderán que no las deben reprimir, si no saberlas expresar de la forma más adecuada en cada momento (muchos niños lloran o pegan por no saber expresar realmente lo que sienten). Además, poco a poco, los niños se irán conociendo a sí mismos, mejorando las relaciones interpersonales y evitando los conflictos. Ya desde la infancia, los más pequeños viven muchas veces situaciones de “angustia” elevada, ya que sufren el “acoso” de compañeros (les pegan o les amenazan con no hablarles o no jugar con ellos), y eso va afectando al pequeño que lo sufre, pues si no lo afronta de manera adecuada, puede llegar a verse afectada su autoestima y su manera de interactuar con los demás.
En definitiva, a través de programas como este, los niños además de reconocer sus propias emociones reconocerán las de los demás por medio de diferentes signos de expresión emocional como por ejemplo el llanto, la sonrisa… interpretándolas adecuadamente. Además, es una forma de prevenir dificultades de interacción del niño con la familia, con el entorno escolar… favoreciendo la creación de una autoestima sana y fomentando las habilidades sociales necesarias para hacer frente a situaciones de conflicto no solo en el aula, sino también en cualquier entorno en el que se mueva.
De entre las actividades que realizaremos, destacamos las siguientes: “El rincón de las emociones (donde los niños aprenderán a expresar lo que sienten), lectura y exploración de cuentos de 8 emociones (alegría, tristeza, enfado, amabilidad, miedo, soledad, amor/amistad y celos), el tendedero de los recuerdos (con fotos, recuerdos infantiles…), risoterapia, dibujos (de uno mismo y de las emociones), mímica/gestos/role-playing (crear situaciones y ponerse en lugar del otro), moldear caras con plastilina, abrazos musicales, masajes (con diferentes objetos), actividades a través de la Tablet, etc.
(*) Psicóloga. Máster en Psicología Clínica y experta en Atención Temprana.