Ansiedad: Comprensión y tratamiento desde una perspectiva psicológica

Es una emoción natural que, cuando se presenta en niveles desmedidos, puede afectar gravemente la calidad de vida

La ansiedad es una respuesta emocional compleja que todos los seres humanos experimentan en algún momento de sus vidas. Desde un enfoque psicológico, la ansiedad puede definirse como una reacción natural frente a situaciones percibidas como amenazantes o estresantes. Aunque la ansiedad puede ser útil para la supervivencia, movilizando al individuo a actuar ante un peligro, cuando se presenta de manera excesiva o incontrolada, puede convertirse en un problema de salud mental.

Jessica Sanchis, psicóloga del Hospital San Carlos de Denia dice que, “la ansiedad se manifiesta en tres niveles principales, que son el cognitivo, fisiológico y conductual. En el nivel cognitivo, se caracteriza por pensamientos anticipatorios y preocupaciones excesivas sobre situaciones futuras. En el nivel fisiológico, incluye síntomas como taquicardia, dificultad para respirar, sudoración, tensión muscular, y otros signos de activación del sistema nervioso autónomo. En el nivel conductual, puede llevar a la evitación de situaciones temidas y a cambios en el comportamiento cotidiano”.

Existen varios tipos de trastornos de ansiedad, cada uno con características específicas:

- Trastorno de Ansiedad Generalizada (TAG): Las personas con TAG suelen anticipar lo peor, incluso cuando no hay motivo aparente para preocuparse.

- Trastorno de Pánico: Episodios de miedo intenso que alcanzan su máxima expresión en minutos.

- Fobias específicas: Miedos intensos e irracionales hacia un objeto o situación específica.

- Trastorno de Ansiedad Social: Miedo intenso a ser juzgado negativamente en situaciones sociales.

- Trastorno Obsesivo-Compulsivo (TOC): Presencia de obsesiones y compulsiones.

- Trastorno de Estrés Postraumático (TEPT): Surge después de un evento traumático.

Jessica Sanchis añade que, “desde un punto de vista psicológico, el enfoque cognitivo-conductual ha sido fundamental para entender como los patrones de pensamiento distorsionados y las creencias irracionales pueden alimentar la ansiedad. La tendencia a sobreestimar la probabilidad de que ocurra un evento negativo o la percepción de ser incapaz de afrontar un desafío pueden intensificar la ansiedad”.

El tratamiento de la ansiedad suele ser multifacético e incluye enfoques tanto psicológicos como farmacológicos. Hay varias terapias para poder combatir la ansiedad, como son la Terapia Cognitiva-Conductual (TCC), la Terapia de Exposición, la Terapia Medicamentosa, las Técnicas de Relajación y Mindfulness y la Intervenciones Psicoeducativas.

Como conclusión, podemos decir que la ansiedad es una emoción natural que, cuando se presenta en niveles desmedidos, puede afectar gravemente la calidad de vida. A través de un enfoque psicológico comprensivo, es posible entender mejor las causas de la ansiedad y aplicar tratamientos efectivos que ayuden a las personas a recuperar el control de sus vidas. La intervención temprana y el apoyo adecuado son fundamentales para el manejo exitoso de los trastornos de ansiedad. 

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