Apurar los tiempos del nacimiento es desproteger al bebé
Dr. MARIANO MARTÍN-LOECHES DE LA LASTRA (*)
La OMS promueve el respeto de los tiempos de gestación, para evitar inducciones o cesáreas antes de tiempo.
Bajo el lema 40 semanas: respetemos los tiempos del nacimiento, este año la Semana Mundial del Parto Respetado hace hincapié en que la gestación y el nacimiento son procesos naturales, con sus ritmos propios.
“La fecha probable de parto no es una fecha fija, sino que se trata de un período de hasta 15 días antes o después, es decir que puede extenderse hasta la semana 42 de gestación”. “Como no se sabe con exactitud la fecha de la concepción, se habla de una fecha probable de parto que tiene un margen de error”.
A medida que se va acercando esta fecha probable de parto, aumenta la ansiedad en las embarazadas y familiares. “Muchas madres llegan a la semana 37 con mucha ansiedad o miedo porque el bebé no presenta signos de querer nacer, cuando todavía falta cerca de un mes para que se desencadene el parto”.
Las pautas culturales actuales cambiaron la forma de nacer: “Estamos viviendo una sociedad apurada y de la inmediatez, donde estos mandatos se han corrido hasta los inicios de la vida. Las madres, las familias y los médicos quieren que los niños nazcan inmediatamente y por eso se programa la llegada. Esto es desoír a la naturaleza, no esperar los tiempos naturales de gestación. Cada niño tiene formas y tiempos distintos de gestar y cuando está listo, da indicios de nacer”.
En la semana 37-38 de embarazo se suele hacer la última ecografía. Una de las mayores preocupaciones de las madres es saber cuánto pesará el bebé. “El tema del tamaño del bebé es un temor real y es normal tener miedo. Por eso es tan importante que los profesionales informen correctamente; es su responsabilidad, por la confianza que tienen las mamás en los médicos”.
Sin embargo, el margen de error de los datos proporcionados por esta ecografía es de 500 gramos para arriba o para abajo. “Si la eco dice que el bebé pesa 3,3 kg, en realidad puede estar pesando 2,8 kg. Ha pasado que se planifica una cesárea por miedo a que el bebé sea grande y no pueda pasar por el canal de parto, y terminan naciendo bebés con un peso mucho menor del esperado”.
Entre las consecuencias de sacar a un bebé antes de tiempo están las dificultades respiratorias, el bajo peso, la menor vitalidad y las complicaciones para una correcta succión. “Apurar los tiempos del nacimiento es desproteger al bebé. Nacer es una decisión de ese ser. El bebé que nace vaginalmente toma la decisión de nacer, no es indiferente al proceso, sino que participa activamente todo el tiempo junto a su madre”, aseguró.
Respecto del incremento de las cesáreas innecesarias: “Hemos naturalizado las intervenciones al punto de que si no me gusta mi nariz o cualquier otra parte del cuerpo, me la opero. La mujer que decide voluntariamente una cesárea es porque desconoce la gran cirugía a la que se somete. Por más que sólo veamos la cicatriz externa, se trata de una operación en la que se le secciona un órgano: el útero.
(*) Especialista en Ginecología y Obstetricia.