Armarse de paciencia, vienen los clientes

  20/06/2016

Guillermo_Ares_Opinion

Durante años recomendé a pequeños comerciantes y empresarios de la Comunidad Valenciana que se adapten a las oleadas de turismo, especialmente en verano.

Un turista "más" turista, ese que viene del extranjero cercano o del más extranjero, chino por ejemplo, ha pasado dos años estudiando español para que al llegar a un pueblecito costero de España le pregunten ¿que vols? en lugar de aquello que le habían dicho de: "buenos días señor, ¿en qué puedo servirle? o ¿qué desea usted?, forma académica de saludar a un cliente que entra en nuestro establecimiento.

Así, al chino es como si le hablaran en valenciano, al inglés y francés como si le hablasen en chino, total, que se van al de enfrente a ver si le hablan en ese español que tanto trabajo y dinero le ha costado aprender.

Llega el verano, llegan los turistas, los veraneantes decían algunos, esos que según de dónde y cómo, tienen una idea errónea de a dónde y a qué vienen.

Algunos llegan "al pueblo", otros al encuentro del paraíso y muchos a elevar su "standing" pero baratito.

Así nos encontramos con la prepotencia del que tiene un poco de dinero creyendo que es "alguien" importante al que se le debe poner alfombra roja sin comprender que por aquí no veranean los que tienen "la pasta", por aquí sólo pasan los que como él, quiere aunque no siempre pueda.

Los del paraíso son aquellos que disfrutan de nuestras playas, campos y poblaciones como si fuesen enormes papeleras donde dejar caer toda la basura sobrante que ya alguien la recogerá para que mañana esto siga siendo un paraíso.

Los baratitos son aquellos que llegan con el cochecillo, generalmente de última generación, lo más parecido a un "urban" de sesenta mil euros cuyas letras les empeña unas mejores vacaciones pero elevan su status durante el año entre sus vecinos y camaradas del trabajo. Estos son los que vemos llenando nuestros espacios sin comprar nada en ninguna parte, los que aunque veraneen en Ondara o Benissa, dirán que han ido a Dénia o Jávea con la excusa de ser más conocidos y obviamente de más "caché".

Estos grupos, que obviamente no son todos pero si alcanzan mayorías, son los que mantienen nuestra economía si del turismo de alimenta.

Así es que, convecinos, armémonos de paciencia que llegan los turistas, ellos pretenderán que nos quitemos de delante porque tienen prioridad, nunca supe por qué, pero debe ser, como alguna vez me han dicho a viva voz y en plena calle, "porque vienen a matarnos el hambre".

Muertos de envidia por no haber nacido aquí o por no tener los que hay que tener para dejar todo e instalarse aquí, no soportan que nuestras vidas eternas sean en este paraíso cuando la de ellos no pasa de un par de semanas vividas a toda leche con más estrés que en su séptimo B de su barrio de ciudad.

<<< Volver a la portada