Arteriosclerosis, base de enfermedades cardiovasculares

  04/02/2012

??INÉS ROIG (*)


La arteriosclerosis es la causa más frecuente de enfermedad cardiovascular. Es una enfermedad degenerativa de las arterias de todo el organismo, incluidas las del corazón, que puede tener consecuencias muy graves. Frecuentemente se manifiesta a partir de los cuarenta años. Las placas que van ocluyendo las arterias hasta taponarlas, no se forman de la noche a la mañana, requieren un tiempo. Con los malos hábitos vamos ayudando a que esta formación avance.
La arteriosclerosis se considera una inflamación. Las células, a su vez se llenan de lípidos, principalmente de colesterol “malo”, el LDL, hasta formarse la placa de arteriosclerosis o ateroma. El riesgo está en que esta placa puede romperse y, con ello, causar complicaciones cardiovasculares. Posteriormente se puede formar un trombo que, provoca la obstrucción de la arteria y, con ello, un infarto.
La arteriosclerosis es una enfermedad degenerativa, las arterias van adelgazando poco a poco. Cuando este adelgazamiento supone más del 50%, la situación empieza a ser significativa. Al principio, estos problemas se manifiestan cuando el cuerpo está realizando ejercicio. El paciente, al no llegarle correctamente la sangre a las piernas, nota un dolor en la pantorrilla que le obliga a detener la actividad y permanecer en reposo.
Los hábitos de vida tienen una influencia determinante en la aparición y desarrollo de la arteriosclerosis. Existe una memoria conductual muy importante de lo que se ha comido en la vida. Si se engorda, seguro que se está haciendo algo mal.
Una vez se ha descubierto que el paciente ha presentado una complicación clínica a consecuencia de las lesiones de las arterias se deben iniciar medidas de prevención secundaria para evitar problemas mayores.
Por este motivo, las iniciativas dirigidas a lograr una alimentación saludable y un estilo de vida sano deberían ser el ingrediente indispensable de toda prevención, y el primer escalón de todo tratamiento.
Dieta para reducir peso y ejercicio diario consiguen mejoras en todo el organismo incluso a los dos meses. Se deben tomar medidas drásticas para, como primer paso, poder frenar el problema de la obesidad. La grasa abdominal, es la más peligrosa, comporta la fabricación de sustancias que se ven alteradas y se asocian rápidamente a la diabetes o a la hipertensión arterial. La única estrategia real para mejorar la salud de estas personas, es bajar de peso.
Además, se deben tratar de forma más intensa los factores de riesgo asociados al paciente. Para la hipertensión y el colesterol existen fármacos efectivos, aunque también dan lugar a efectos secundarios como dolores musculares o alteraciones hepáticas. Además, son tratamientos diarios, por lo que el grado de cumplimiento suele ser bajo. Se está intentando disponer de pastillas que engloben diferentes fármacos para conseguir que la tasa de cumplimiento sea mayor.

(*) Farmacéutica

 

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