Cómo adelgazar rápido y bien: todo lo que nos ha enseñado la ciencia
INÉS ROIG (*)
¿Le gustaría adelgazar una talla? ¿Tener unas carnes firmes a la vista y duras al tacto? ¿Quitarse ese michelín que le sobresale de la cinturilla? Aún está a tiempo de ponerse a punto para este verano. Haga un poco de deporte, coma saludable, elimine hábitos nocivos y, antes de poner el pie en la playa, notará resultados.
Para que el ejercicio le cunda, necesita recuperar los músculos y eso solo se consigue en brazos de Morfeo, quienes no descansan lo suficiente padecen mayor ansiedad e ingieren 70 calorías adicionales al día.
Vaya poco a poco, pero con firmeza. Tendrá que incluir el deporte en su vida cotidiana. Y, a la vez, vigilar lo que come. Entrene poco tiempo, pero de forma constante. Lo que cuenta es la intensidad y no la duración. Hacerlo en dosis pequeñas logra una mayor adhesión que si se proponen raciones maratonianas.
No se trata de decir “alcohol sí” o “alcohol no”, sino de hablar de un consumo moderado que beneficia a quienes desean acompañar su dieta saludable, con verduras, frutas y legumbres, con un poco de vino o cerveza.
No cuente calorías. Elimine los alimentos procesados, los fritos y la bollería industrial. Meta ingredientes saludables, tome fruta sin miedo, no elimine de un plumazo los carbohidratos e incorpore los frutos secos y las legumbres. Hay que mirar los nutrientes (vitaminas, minerales, fibra…). Y, de paso, sentar las bases para mantenerse en el peso una vez lograda la talla deseada. Meter menos calorías, pero comer insano, tal vez le ayude a quitarse kilos a corto plazo, pero podría estar comprando boletos para tener colesterol, hipertensión y otras enfermedades adquiridas.
¿Azúcar? Sí al que viene de forma natural en la fruta o en la leche. No a los “libres” que son los que se añaden a los alimentos. Ojo a los terrones del café. Además, vigile los refrescos, los dulces y los zumos. Tome la fruta entera y no en zumo. La OMS recomienda limitar el consumo de azúcares libres a menos del 10% de la ingesta calórica total. Cuando comemos fruta no solo obtenemos una mayor sensación saciante, sino que digerimos mejor la sacarosa.
Beba agua con generosidad. Y tome frutas y verduras, que son ricas en ese líquido elemento. Si está bien hidratado, mejorará la flexibilidad de sus músculos, tendrá mejores digestiones y dará esquinazo al fantasma del estreñimiento estival, que no es gordura en sentido estricto, pero deja una panza oronda.
Se puede adelgazar comiendo hidratos, pero no tomando nunca los hidratos solos, sino acompañados de proteínas. Si la primera regla para ponerse a punto es mirar lo que come, la segunda es quemar las calorías que no va a usar. O usarlas para ponerse más fuerte. Porque no siempre es cuestión de perder peso, lo mismo solo necesita reorganizar su composición corporal, cambiando grasa por fibra muscular.
Revisando los aparatos de gimnasio, vemos que media hora de elíptica quema entre 300 y 400 calorías (dos cruasanes), media hora de bicicleta estática fulmina 206 calorías o que la cinta de correr es efectiva combinada con ejercicios de fuerza pero poco recomendable para personas con sobrepeso pronunciado, porque recae demasiado esfuerzo sobre sus articulaciones.
(*) Farmacia Las Marinas.