Cuidado con las hemorroides durante el embarazo
Dr. MARIANO MARTÍN-LOECHES DE LA LASTRA (*)
¿Qué son las várices?
Normalmente las venas son las encargadas de transportar la sangre que ha sido utilizada por nuestro cuerpo para alimentarse y oxigenarse, de vuelta hacia el corazón para volver a oxigenarse en su paso por los pulmones. En el caso de nuestras piernas, éstas deben trabajar en contra de la gravedad, porque la sangre hace un recorrido "hacia arriba", motivo por el cual disponemos de un sistema de válvulas en nuestras venas para que el recorrido siempre sea unidireccional, hacia el corazón. Cuando estas válvulas están enfermas o no existen, como ocurre en algunas personas, la sangre tiende a estancarse en las venas que más soportan el peso de la gravedad (piernas, recto y a veces la vulva) obteniendo como resultado la aparición de las odiosas várices o hemorroides, que técnicamente hablando son várices en el recto.
Las hemorroides se producen por el aumento de la presión sobre las venas hemorroidales de la región anorrectal en presencia de susceptibilidad personal del sistema venoso local. El estreñimiento, la obesidad y el embarazo son causas frecuentes en el origen de las hemorroides en las pacientes susceptibles.
¿Se pueden prevenir o tratar durante el embarazo?
La prevención es siempre lo más inteligente y económico, las medidas son las siguientes:
- Eleva las piernas por encima del nivel del corazón siempre que tengas oportunidad y descansa con regularidad y cambia de posición frecuentemente. Puedes poner almohadas bajo tus pies cuando duermas.
- Usa medias antivárices de talla y material adecuado. No uses medias apretadas y no permitas que se enrollen produciendo un aro de estrangulación.
- Ejercítate regularmente para favorecer la circulación venosa; nadar es perfecto, caminar es muy bueno y no te excedas en el peso. Cumple el aumento de peso planificado por tu médico. Evita el estreñimiento (para controlar las hemorroides).
Las hemorroides son la dilatación varicosa de las venas del ano y del recto que pueden producir masas rectales que protruyen a través del ano (hemorroides externas) o manifestarse por sangrado rectal rojo brillante e indoloro al momento de evacuar (hemorroides internas). Las hemorroides mixtas tienen ambos componentes y se manifiestan de las dos maneras de forma variable.
Las complicaciones más frecuentes de las hemorroides son el prolapso rectal (hay una gran protrusión de la mucosa rectal a través del ano acompañando a las hemorroides) y la trombosis hemorroidal (la sangre se coagula dentro de las hemorroides generando un intenso dolor local). En ambos casos se hace imposible devolver las hemorroides a su sitio (empujándolas con el dedo, cosa que se debe hacer para aliviar las molestias) y la única manera de corregir el problema es operando a la paciente.
El embarazo ocasiona hemorroides en casi todas las pacientes embarazadas debido a que el útero en crecimiento obstruye las vías de drenaje venoso de la pelvis y de la región anorectal (la misma causa de las várices en las piernas). Afortunadamente la mayor parte de las pacientes tienen condiciones hemorroidales muy discretas y/o poco sintomáticas.
En casos de hemorroides complicadas, severas o muy sintomáticas se puede contraindicar el parto vaginal debido a que el proceso genera tal aumento de las presión venosa que se corre el riesgo de generar hemorroides que necesiten cirugía de emergencia.
(*) Especialista en Ginecología y Obstetricia.