Deformidades digitales en la tercera edad y sus consecuencias

EVA PÉREZ OLTRA (*)

La gran incidencia de deformidades digitales en el paciente anciano viene determinada por la edad, tipo de vida, acontecimientos que la propia persona haya sufrido y las múltiples enfermedades que este grupo suele padecer. Este tipo de patologías puede producir deficiencia al andar e inmovilidad, que darán lugar a una disminución en la calidad de vida del paciente.
 Los tipos de deformidades que suelen padecer son: Juanetes, Dedos en garra, Dedos en martillo, Dedos en cuello de cisne y Desviaciones digitales, afectando en un mayor porcentaje al sexo femenino.
 Las causas más frecuentes son:
 - El uso de calzado inadecuado como zapatos estrechos y tacón alto.
 - El factor hereditario.
 - La longitud de los dedos.
 - Enfermedades que comprometen las articulaciones como pueden ser: Artritis y Artrosis.
 La presencia de estas deformidades provoca una gran variedad de alteraciones en la piel como hiperqueratosis (durezas), helomas (tipo de callosidad que aparece en zonas prominentes como puede ser una prominencia ósea), úlceras por roce, gran dolor en la zona afectada, etc. Otro factor importante es la gran dificultad a la que se enfrenta el mayor a la hora de elegir calzado, ya que la mayor parte de ellos suele decantarse por las zapatillas de estar en casa como calzado habitual porque no encuentran zapatos en los cuales el paciente sienta el pie cómodo. La gran diversidad de patologías digitales que padece el mayor les incapacita para realizar una vida normal, lo que les hace peregrinar de especialista en especialista buscando soluciones y es en la mayor parte de los casos, el Podólogo, el profesional que mejor atiende a sus necesidades.
 Hay que destacar la importancia que tiene una buena locomoción en los mayores, ya que con frecuencia se les recomienda caminar o realizar cierta actividad física debido a las patologías que suelen padecer: Artrosis, Hipertensión, Colesterol, Alteraciones Circulatorias, Diabetes, Osteoporosis… pero las deformidades digitales les imposibilita para realizar dichos ejercicios en la vida cotidiana, provocando el sedentarismo que es tan contraproducente y acentúa algunas de sus enfermedades, sobre todo las de tipo cardiovascular, la diabetes y la osteoporosis.
 Que un mayor pueda caminar por si solo puede ser la clave para evitar el ingreso del mismo en una institución sanitaria, por lo que el Podólogo juega un importante papel, ya que es el profesional que puede paliar, disminuir o evitar las secuelas que provocan dichas deformidades en los pies.

(*) Podóloga. Clínica Kines. Dénia.