Dudas de higiene de un verano con coronavirus
INÉS ROIG (*)
Ya está asimilado lo de lavarse las manos constantemente (preferiblemente con jabón o, en su defecto, con gel hidroalcohólico). También lo de ponerse la mascarilla y lo de mantener la distancia social. Pero, surgen nuevas dudas a medida que vamos enfrentándonos a las distintas situaciones de la nueva normalidad. Y con el primer verano en la era del coronavirus, es inevitable preguntarse cómo se hacen determinadas cosas:
¿Puedo seguir enjuagando el bañador solo con agua? Hasta ahora valía con frotar con abundante agua y dejarlo tendido para que se secara. Pero ¿cómo hay que hacerlo en tiempos de pandemia? Tanto la sal como el cloro sirven para eliminar el virus en la tela. Será suficiente siempre y cuando el bañador no haya estado en contacto con ninguna superficie contaminada después del chapuzón (por ejemplo, la silla de un chiringuito). En este caso, toca lavarlo con jabón a más de 60ºC.
Mi amigo se ha olvidado la toalla, ¿puedo dejarle la mía? La respuesta es un rotundo no. Este verano cada persona debe tener su toalla propia para secarse. Es la única manera de asegurarse de que no se ha infectado y de poder volver a usarla el día siguiente. Si se ha seguido esta pauta, bastaría con dejarla tendida al sol al llegar a casa y lavarla, por lo menos, un día a la semana. Si alguien más la ha usado esto ya no valdría, directa a la lavadora. Hay que meterla a 60ºC tras su uso para evitar el contagio a toda costa.
¿Hay que desinfectarse los pies después de un paseo por la arena? La acción conjunta de la sal marina, la radiación solar y la alta temperatura que puede alcanzar la arena favorecen la inactivación de los agentes patógenos. Lo mismo ocurre en la piscina. Es difícil qué con el calor, el agua clorada y los rayos UV el virus permanezca en el césped o alrededores de una piscina. Eso sí, por un tema de higiene, nunca está de más lavarlos después de andar descalzo.
¿Me puedo ir de camping en la nueva normalidad? La respuesta es sí. Al igual que los hoteles y apartamentos de alquiler, muchos campamentos también han abierto sus puertas, multiplicando las medidas de higiene, sobre todo en las zonas comunes. Además de determinar e informar los aforos, los aseos deben contar con dispensadores de papel de secado o secador de manos. Por último, se desinfectarán por completo al menos seis veces cada día.
Si me voy de viaje en coche, ¿debo desinfectarlo de alguna forma? No está de más darle un buen repaso (el virus puede permanecer varios días en las superficies rígidas como el acero o el plástico que abundan en un vehículo). En especial, hace hincapié en algunas partes concretas:
- El tirador de la puerta, la palanca de cambios y el volante: son los elementos que más tocamos, por eso se deben limpiar a diario tanto al entrar como al salir del coche.
- Las alfombrillas.
- El salpicadero: también atrae mucha suciedad y polvo, así que se recomienda desinfectarlo a menudo tras el uso del coche.
- Las rejillas de ventilación: es importante limpiar las rejillas con frecuencia con una aspiradora. Así se evitará que se obstruyan y que se acumule polvo y partículas de virus en el aire.
- Las ventanillas: primero toca desinfectarlas con lejía y después pasar un limpia cristales con un trapo.
(*) Farmacia Las Marinas.