Dudas sobre el sexo en el embarazo
Dr. MARIANO MARTÍN-LOECHES DE LA LASTRA (*)
Hay una gama muy amplia de experiencias individuales en cuanto al deseo sexual durante el embarazo. Algunas mujeres sienten un deseo mucho más intenso cuando están embarazadas, mientras que otras no están muy interesadas en el sexo. Muchas mujeres sienten que su apetito sexual fluctúa, dependiendo quizás de cómo se sienten física y emocionalmente.
Quizás estés demasiado cansada, indispuesta o irritable para hacer el amor, sobre todo durante el primer trimestre. Es bastante común sentirse abrumada por los cambios emocionales y físicos que estás experimentando. Pero no te desanimes. En el segundo trimestre, por lo general, el deseo sexual aumenta, una vez que las náuseas y el cansancio se van estabilizando.
Sin embargo, el deseo disminuye, de nuevo, con frecuencia en el tercer trimestre, sobre todo en los últimos dos meses antes del parto. En este momento quizás estés ya muy grande, dolorida o cansada para hacer el amor cómodamente. Puede que no te sientas a gusto con el aspecto de tu cuerpo o estés preocupada por el parto, que ya está muy cerca.
La mayoría de los hombres encuentran a sus mujeres tan atractivas como siempre cuando están embarazadas o incluso más, pero no todos. Hay varias razones por las que el deseo sexual de tu pareja puede disminuir durante una parte de tu embarazo. Por ejemplo, quizás está nervioso por la responsabilidad que se le avecina, y esta ansiedad puede afectar su deseo sexual.
Probablemente la causa más común de la disminución del deseo masculino durante el embarazo es el miedo de que la penetración pueda hacerle daño al bebé. Lo más importante es que hablen sobre sus miedos y ansiedades, así como sobre sus necesidades y deseos. Una buena comunicación puede disminuir la tensión, ayudarles a relajarse y disfrutar el uno del otro y encontrar maneras de crear momentos de intimidad, tanto si incluyen el acto sexual como si no lo incluyen.
En general, el sexo oral es seguro durante el embarazo. Lo que debe evitarse es que tu pareja sople aire en tu área genital. Si entra el aire en la vagina podría causar una embolia por aire (una burbuja de aire que se mete en tu corriente sanguínea). Esto sucede muy rara vez, pero podría poner en peligro tu vida o la de tu bebé. Tampoco es seguro que tu pareja te haga sexo oral durante el embarazo si tiene un brote de herpes en la boca o siente que le va a salir uno. Y durante el tercer trimestre, si tu pareja ha padecido herpes bucal alguna vez, debería abstenerse por completo de practicar el sexo oral, tanto si tiene síntomas como si no los tiene.
Si corres el riesgo de ser infectada con una enfermedad de transmisión sexual -es decir, no tienes una relación de pareja exclusiva y monógama con una persona que no padece ninguna infección- deberías abstenerte de realizar el acto sexual o, por lo menos, utilizar condones de látex cada vez que tienes relaciones con penetración. Si tú o tu pareja no pueden usar látex, otra opción serían los condones masculinos o femeninos de poliuretano.
Es normal sentir algo de cólicos durante el acto sexual, durante el orgasmo, o justo después, pero si no se te pasan al cabo de unos minutos, o si tienes dolor o hemorragia vaginal después de hacer el amor, acude a tu ginecólogo.
(*) Especialista en Ginecología y Obstetricia.