El 2022 no será tampoco el año del fin de los barracones en el IES Maria Ibars

Las obras del IES Maria Ibars sufren un nuevo retraso. La empresa adjudicataria de la ampliación y reforma del centro ha renunciado al no poder hacer frente al incremento de precios del material, que no hace viable la ejecución del proyecto con el presupuesto fijado. La concejala de Territorio, Maria Josep Ripoll, ha explicado que el caso no se ajusta a los baremos fijados para aplicar la revisión de precios y que se está buscando la fórmula para dar salida a la situación. Posiblemente, la solución sea licitar las obras de nuevo, lo que se traduce en otro curso más de prefabricadas para el centro, que lleva 24 años conviviendo con ellas.

            A principios del otoño pasado todo hacía prever, y así lo anunció la concejala, que los trabajos se iniciarían antes de que acabase 2021 y estarían terminados a finales de este año. Fueron adjudicadas en el mes de noviembre a la empresa Llop Proyectos Integrales, SL por un importe de 2.133.356,60 euros. El plazo de ejecución era de 12 meses, por lo que posiblemente el alumnado podría hacer uso de las instalaciones nuevas y reformadas a partir del segundo trimestre del curso 2022-2023. Los trabajos incluían la construcción de ocho aulas en dos plantas del extremo norte y otras dos en el extremo sur de uno de los pabellones, donde además se crearían dos bloques higiénicos. En otro de los pabellones, se ampliaría el taller utilizado por la familia de Transporte y Mantenimiento de Vehículos. La instalación de nuevas calderas, la adecuación de la carpintería exterior e interior y la reparación de las pistas deportivas eran otras de las actuaciones previstas.

            Maria Josep Ripoll confía en que se encuentre una solución cuanto antes, si bien posiblemente habrá que volver a tramitar la licitación de las obras para que el proyecto se pueda acometer. Por delante, un nuevo curso con barracones (4 ahora con las soluciones imaginativas de la dirección pero que han llegado a ser hasta 12) y la incerteza de qué va a ocurrir tras las elecciones de mayo, ya que los trabajos se realizan con cargo al Pla Edificant de la Generalitat y un cambio de gobierno podría dar al traste con este último.