El bus circular de Dénia llegaría hasta Baleària y La Pedrera y tendría una versión corta con frecuencias de entre 15 y 20 minutos

El servicio de la quinta línea distingue entre temporadas alta y baja para adaptarse a la demanda

El anteproyecto del servicio público de transporte urbano de Dénia incorpora una quinta línea de autobús denominada circular que tendría una frecuencia de entre 15 y 20 minutos en su versión express. Uniría la Casa de la Cultura por Patricio Ferrándiz con la Explanada Cervantes y las Plazas de Benidorm y Cholet, llegando hasta la estación de autobuses y cerrando el recorrido de nuevo en la Plaça Jaume I. La versión completa de esta línea llegaría hasta Baleària Port y La Pedrera. La propuesta, que incluye las cuatro líneas de autobús urbano actuales, se expone al público durante veinte días para incorporar sugerencias de mejora. No se contempla la línea del Montgó que, según los estudios técnicos y la experiencia del tiempo en que ha estado en funcionamiento, tiene una demanda muy baja y no es viable.

        El concejal de Protección Ciudadana de Dénia, Javier Scotto, ha explicado que el autobús circular tendría un total de 21 paradas y que los horarios y las frecuencias se adaptarían a la demanda en función de la temporada. Se consideraría temporada alta no solo los meses comprendidos entre junio y septiembre sino también periodos vacacionales como la Semana Santa. Asimismo, los horarios se adaptarían al calendario escolar y al de las salidas de los barcos con las Baleares -ya que el servicio completo incluye paradas en los colegios Pou de la Muntanya-Montgó, el IES Chabás y la Estación Marítima de Baleària.

        Scotto no ha puesto plazos para la puesta en funcionamiento del servicio público de autobús pero sí ha señalado que el Ayuntamiento de Dénia asumirá las cinco líneas “con todas sus consecuencias”, entre ellas las económicas. Ha recordado que en la actualidad ni explota ni asume los costes de las cuatro líneas operativas -Les Marines, Les Rotes, Costa de la Calma y Hospital Comarcal- y que una vez se haga la concesión del nuevo servicio público -con el riesgo operacional que habrá de asumir la empresa concesionaria- tendrá que hacerse cargo de la compensación de pérdidas. El estudio realizado estima que el coste para las arcas municipales podría ascender a un máximo de 634.000 euros anuales, si bien el concejal apunta que podría reducirse en unos 200 euros con las mejoras que pueda presentar la empresa que obtenga la concesión. El servicio se adjudicará por diez años.