El gobierno de Calp pide unanimidad para desclasificar suelo urbanizable y convertirlo en dotacional
El pleno convocado para el martes será, sin duda, uno de los más importantes de la legislatura. El equipo de gobierno propondrá la desclasificación de los sectores Garduix I y II, Feliu I y II y Ràfol I y II que son urbanizables pero están sin programar. La intención es adquirirlos para convertirlos en dotacionales para disponer de terrenos para futuras necesidades educativas, deportivas, culturales, sanitarias etc., y, al mismo tiempo, para proteger el último pulmón verde de la ciudad del Peñón de Ifach.
Una decisión que supone un cambio radical en el modelo urbanístico que se ha aplicado en los últimos 20 o 25 años. El tripartito formado por Somos Calpe, PSOE y Compromís apuesta por pagar a los 30 propietarios con parcelas en estos sectores mediante el sistema de expropiación y el justiprecio que corresponda. Es decir, no se les compensará -como se hacía hasta ahora- con unidades de aprovechamiento en otros sectores y, por tanto, el coste será mucho menor para las arcas municipales y no se saturará todavía más la de ya por si elevada densidad de edificaciones en la localidad. El equipo de gobierno no ha cuantificado todavía el coste de la operación, pero el suelo rústico se paga ahora a unos 9 euros por metro cuadrado. Pero hay que estudiar cada parcela con detalle para sacar las cuentas exactas.
El pleno del martes es el primer paso de un proceso que puede tardar dos o tres años en ser realidad. Pero el equipo de gobierno ha pedido unanimidad para aprobar esta desclasificación porque responde al interés general. El portavoz del PSOE, Guillermo Sendra, asegura que “todos deberemos retratarnos. Si votas sí, estás a favor de un nuevo modelo urbanístico y, si votas no, supondrá apoyar el modelo económico de siempre, el especulativo”. Sendra considera que es “el acuerdo más justo, garantista y de disfrute para todos los vecinos de Calpe”. La alcaldesa, Ana Sala, va más allá y asegura que “estoy convencida que es la solución perfecta y ahora falta ver si en el pleno todos quieren votar a favor o no pueden hacerlo”.
Ximo Perles, de Compromís, indica que se ha optado por la expropiación de los terrenos y no por dejarlos como rústico común “porque entendemos que es el nivel de máxima protección y que los terrenos se queden como están”. Y todo porque, si pasaran a ser rústicos, se podría construir una casa con 10.000 metros y algunos elementos patrimoniales, como la Casa Feliu, estarían en peligro. El concejal de Medio Ambiente, Pere Moll, comenta que “nos faltan terrenos y tenemos un turismo masificado. Por eso, creo que esta propuesta es la mejor”.
Moll ha avanzado que presentará en el pleno dos temas para los que pide también unanimidad. Por una parte, el plan de gestión y mejora de las masas forestales, que afecta a 86’36 hectáreas distribuidas por la Serra d’Oltà, el Tossal de la Cometa y l’Empedrola. Y, por otra, la limpieza del Barranc del Quisi para evitar riesgos en caso de lluvias torrenciales.
ROMPER CON EL PASADO
El tripartido quiere romper con los moldes urbanísticos implantados durante muchos años por el PP de Javier Morató y César Sánchez en la Alcaldía. Las expropiaciones y el justiprecio, defienden, son más baratas. Se pagará con dinero en efectivo -ahora que no hay deuda pública- y no con unidades de aprovechamiento. Y dan varios ejemplos de lo que se hacía antes y los resultados que ha tenido.
En este cajón entran los expedientes del Recinto Ferial, que se querían pagar como suelo urbano y los propietarios reclamaban 3 millones de euros. Al final se cerró el trato en 100.000 euros. Y el caso más “salvaje” con los terrenos de Las Salinas, por los cuales se pedían 60 millones de euros pero un juzgado lo desestimó. Sala ha recordado también lo que sufrió cuando era concejala de Planeamiento con la promoción Montesol en la urbanización Maryvilla. “Se cedieron los terrenos para construir lo que hoy es el Instituto Ifac a cambio de unidades y por eso ahora tenemos 24 adosados en este sector”, en palabras de la alcaldesa.
Somos Calpe, PSOE y Compromís quieren romper con el pasado y están a la expectativa de lo que ocurrirá en el pleno del martes.