El Ministerio y el Ayuntamiento de Dénia impulsan una desaladora de agua marina

Los populares argumentan que no hay un informe que justifique la necesidad de la obra

El proyecto de construir una desaladora de agua marina en Dénia ha iniciado su andadura con el acuerdo de pleno para firmar un protocolo de intenciones con el Ministerio para la Transición Ecológica. El alcalde, Vicent Grimalt, ha aclarado que este acuerdo no implica un compromiso económico sino plasmar de forma oficial la idea. Ha puntualizado que, si el asunto prospera, la obra tardará varios años en ejecutarse.

            En el pleno celebrado el jueves, los partidos de la oposición se mostraron en contra de firmar el protocolo. Desde el PP, Juan Carlos Signes manifestó que falta un informe que justifique la necesidad de construir una desaladora. A su juicio, “en la actualidad, el servicio está asegurado”. Añadió que en el acuerdo con el Ministerio no se aclaran aspectos como el posible impacto ambiental ni cuál sería el aumento de los recibos de agua al repercutirse los costes de la obra.

            El concejal de Gent de Dénia Mario Vidal se refirió en su intervención a las consecuencias negativas de los vertidos de salmuera procedentes de la desaladora al mar. Propuso recurrir a otras soluciones, como la cesión de agua de la desaladora de Xàbia, antes que realizar un nuevo proyecto de estas características.

            El alcalde argumentó que estos aspectos se analizarán en el futuro e insistió en que es necesario prevenir las posibles carencias de agua en el futuro, ya que Dénia carece de reservas de agua ni en superficie ni en ríos subterráneos. Además, y ante una alusión del PP, justificó que el Ayuntamiento haya decidido dejar el Consorcio de Aguas porque desde 2015 no se ha presentado ningún proyecto para solucionar el problema del agua de la Marina Alta.

            Durante el debate se habló también del proyecto de desaladora aprobado en 2007. Vicent Grimalt acusó al gobierno del PP de “tirar hacia atrás” en 2014 cuando las obras ya estaban adjudicadas. Juan Carlos Signes, que en aquellos momentos era concejal de Medio Ambiente, explicó que no “había ningún proyecto que me dijera otra cosa”. 

            El protocolo de intenciones se aprobó con el apoyo del PSPV y Compromís. En cambio, PP, VOX y Gent de Dénia votaron en contra.