El nuevo programa de Els Magazinos recala en Venta La Giralda

El nuevo programa de Els Magazinos recala en Venta La Giralda
  19/11/2021
Casa Meua és Casa Teua, el bocado de lo eterno

Sabores de siempre, familias de siempre y productos de siempre para un proyecto nuevo. Els Magazinos lanza una nueva propuesta basada en el placer de la tradición, el gusto por lo auténtico y el bocado de lo eterno. Casa Meua és Casa Teua es algo más que una iniciativa para dar a conocer la rica gastronomía de Dénia y la Marina Alta. Es un paso adelante para reconocer la labor de restaurantes históricos, de esos que perduran en el tiempo y que dejan algo más que un recuerdo en nuestro paladar, experiencias que invitan a repetir. Detrás de esos restaurantes hay unas familias entregadas a la cocina y a su tierra, a las que Els Magazinos nos invita a conocer. Y lo hace desde un local que lleva más de 120 años en pie, Venta La Giralda. Con él, empieza esta nueva aventura gastronómica. La cita, el jueves 25 a las nueve de la noche.

Casa Meua és Casa Teua arranca con un menú degustación muy especial, en el que Rosa Martí y José Manuel Cano han apostado por los productos de temporada y de proximidad, como es costumbre en la casa, y donde han querido mostrar algunos de esos platos que se traducen en jugar a caballo ganador. Es el caso del bull amb ceba o la coca de hierbas silvestres, con ese toque tan especial que le da la tonyina de sorra. Pero vayamos por orden.

Dos bocaditos del cocinero, gamba amb bleda y espencat, abrirán la cena. En el centro de la mesa, para compartir, mulladoret de tomate, queso, capellà, encurtidos y vinagreta de tomate seco; escabeches de pescado fresco (los que haya ese día); sepionet amb salsa de la uela sobre tomacat; polp amb penques y bull amb ceba. La coca (¡inolvidables esos almuerzos!) y el bocado de arroz -dos de las especialidades de la casa- se servirán por persona. En este caso, será un meloso con codorniz, níscalos y alcachofa. De postre, un milhojas de naranja con polvo de naranja, perellons y helado de limón. Y para un buen menú, un buen maridaje. Cervezas Turia e Inèdit con dos de los platos, y además una botella de vino por pareja o, si se prefiere, dos bebidas por persona. El precio, 40 euros y las reservas al 626043396.

La máxima en la cocina de Venta La Giralda es “ser fieles a la tradición, no hacer cosas extrañas y mantener la familiaridad”. Desde que la bisabuela de Joan Quintana Costa abriese el negocio -que echó a andar como un estanco que igual hacia las funciones de taberna que de tienda de ultramarinos, como ocurría en la época-, las cosas han cambiado. Pero no tanto. Sus abuelos mantuvieron el modelo de negocio, que compartían con el puesto de salazones en ‘la plaça’ y el reparto por las casas de campo. Su padre, Juan Quintana Ivars, obtuvo la licencia oficial de taberna en 1974 y reformó el local, que continuó siendo también estanco. Padre, madre e hijo apostaron desde el primer momento por los platos tradicionales -las coques de Dacsa, el conejo con almendras y ajos o la paella- e incluyeron otros que tenían buena demanda por parte de aquellos turistas que llegaban cada vez con más asiduidad a Dénia y a la comarca -como la zarzuela de pescado, tan popular en aquellos años-. Muchos de aquellos platos de toda la vida, como la sepia con salsa de la uela, siguen hoy en la carta y saben como el primer día. De ello se ha encargado, Rosa Martí, la esposa de Joan. A finales de los años 80 del siglo pasado, el restaurante se especializó en arroces y fue incorporándolos a la carta. Ahora ofrece 26 arroces diferentes, secos y caldosos, algunos con tan buena aceptación como el de raya, cangrejos y ajos tiernos, el de panceta, albóndigas y alcachofa o el de hueva de sepia, garbanzos y acelgas. Y uno que nunca falla, el arròs amb fesols i naps. Se han incorporado platos nuevos, explica José Manuel Cano, pero siempre manteniendo los ingredientes, la manera de trabajar y los sabores de La Giralda. Él y Paula Quintana Martí son la quinta generación de un negocio familiar donde el cliente gusta de probar cosas nuevas, “pero donde los platos y los arroces de toda vida siguen teniendo más salida”.

Las cosas cambian, la ciudad también. Pero los gustos, no tanto. Y parece que en el caso de este restaurante hay historia para largo, porque Miquel y Eloy, la sexta generación, apuntan maneras. Si Venta La Giralda fue en un tiempo punto de encuentro de collidors y lugar de paso de referencia, hoy lo es por sus arroces y su fidelidad a la tradición.

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