El sector crítico le gana el pulso a la directiva del CD Dénia y rechaza los socios a 300 euros
La deuda del club, aparcada por la indisposición del tesorero, se mantiene en los 71.900 euros de fecha de 2022
La situación social del Club Deportivo Dénia sigue tan enrevesada como siempre, aunque al menos la asamblea judicializada de este jueves ha aportado luz a algunos asuntos “calientes” que se venían arrastrando desde agosto de 2022, en aquella convocatoria que concluyó en los juzgados. Por ejemplo, que no habrá socios de 300 euros, y que la cuota anual se mantendrá en los 75 euros, incluyendo el derecho a voto. También se estableció en 180 el número de socios del CD Dénia, una cifra poco más que ridicula para un club que presume de representar a una ciudad con una población como la de la capital de la Marina Alta. Lo que quedó patente es que la junta directiva que preside Juan Benavente tiene enfrente una potente oposición, y que las cuentas de la entidad no están en absoluto nada claras.
En el capítulo financiero, el asunto de las deudas y la situación económica no llegó a abordarse debido a que la junta directiva no pudo presentar las cuentas por una cuestión de salud del tesorero. La jueza, pese a que pidió una votación, evitó que la asamblea se posicionara sobre unas cuentas que se desconocen con exactitud. Tiempo habrá, para pelar la patata caliente de la economía del club que acumula una deuda de 71.900 euros con fecha de agosto de 2022, aunque desde la directiva no se repara en admitir que la cifra será bastante más elevada. Otra cosa es que la asamblea reconozca esas deudas y esas cuentas, harto como está el sector crítico, visiblemente mayoritario, de las “mentiras” financieras y de la falta de trasparencia de la directiva de Benavente.
La controvertida asamblea -pocas veces se ha conocido una reunión de socios de un club de fútbol dirigida por una juez- dejó otros detalles dignos de mención. Por un lado, la participación de 42 afiliados -cerca del 25% de la masa social del club- que constituye una cifra de record. En segundo término, la presencia de algunos jugadores-socios del primer (entre ellos los capitanes) que optaron por la opción salomónica de la abstención a la hora de votar. Y por último, y así lo destacó la juez, la contribución de los abogados de ambas partes al entendimiento y a la cordura en un escenario embargado por las hostilidades. Incluso colaboraron a facilitar la presencia de los medios de comunicación, a los que la junta directiva tenía intención de vetar, en un principio.
La conclusión que deja la asamblea es que el estado social del club sigue muy tenso y que su futuro es incierto, tanto en lo social como en lo económico. Que las deudas que arrastra la entidad no son ninguna broma, y que las disputas no han quedado resultas, más bien todo lo contrario, serán caldo de polémica de cara a las elecciones previstas para final de temporada.