El sinsentido de las dietas “detox”
INÉS ROIG (*)
Buenas y malas noticias: ni estás intoxicado por haberte puesto las botas en Navidad, ni te servirá absolutamente de nada pasarte unos días viviendo a base de batidos verdes y otras milongas. La intención era buena, pero es posible que haya tenido como consecuencia algún kilo de más, sensación de pesadez y mala gana.
La (falsa) solución: Superado el tema de la dieta exprés, un concepto relativamente nuevo acecha a nuestro distraído sentido común desde hace un tiempo, presentándose como una solución: tu cuerpo está intoxicado con tanto azúcar, grasa y alcohol, y lo que corresponde ahora es hacer un tratamiento depurativo o detox. El planteamiento, a pesar de sonar lógico, no solo es simplista sino además erróneo: existe la posibilidad de que con tanto detox, en lugar de mejorar tu pronóstico de salud lo empeores.
La realidad: Actualmente coexisten dos tesis para definir el concepto “desintoxicación”: una es respetable y la otra no. La respetable se refiere al tratamiento médico de aquellas personas con algún tipo de adicción a las drogas, alcohol, etc. El otro concepto es el que mantienen algunos, con la intención de vender un tratamiento falso que supuestamente libera de toxinas el cuerpo de los que -se supone, de nuevo- las han acumulado.
Si el nivel de toxinas se elevara por encima de un valor que el cuerpo no pudiera eliminar, lo más probable es que se falleciera en un periodo de tiempo más o menos corto, y que se necesitara intervención médica urgente. En un cuerpo sano, los riñones, el hígado, la piel e incluso los pulmones mantienen el cuerpo desintoxicado. No existe el modo de mejorar algo que ya funciona correctamente en un organismo sano, y desde luego los famosos tratamientos detox tampoco lo consiguen.
En los últimos años hemos asistido a un espectacular crecimiento de negociantes que nos ofrecen depurarnos en un breve lapso de tiempo y de este modo resetear nuestro metabolismo hasta los niveles de un recién nacido… y ya de paso perder unos kilos, descansar mejor y sentirnos más vigorosos.
Dentro del arsenal supuestamente depurativo, destaca un elemento sobre todos los demás, los famosos batidos detox, a base de vegetales a los que se les pueden añadir otros ingredientes más o menos exóticos. Una sola ración de 250 ml. de estos batidos conocidos como green smoothies (o batidos verdes), excede la ingesta diaria recomendada de ácido oxálico. Los riesgos que esto conlleva son entre otros, incremento de la litiasis renal.
Las opciones:
Si alguien tiene la sospecha de estar intoxicado de verdad debe ponerse en contacto lo antes posible con el Instituto Nacional de Toxicología y Ciencias Forenses o que se acerque a su centro sanitario más cercano.
Si lo que le pasa a ese alguien es que le sobran unos kilos o los remordimientos de las tropelías dietéticas de las pasadas navidades no le dejan dormir, que se deje de memeces y se ponga en serio a mejorar su estilo dietético de por vida. Aparcar los cubatas, las raciones familiares de mayonesa y el picoteo de chucherías y sustituirlas por una dieta más razonable ayudarán a que se sienta mejor. Pero no porque se esté desintoxicando de nada, sino porque ese estilo dietético será mejor que el anterior.
Por último, si lo que sucede es que estamos ante la típica personalidad fashion-victim, amante del riesgo y con más cartera que sentido común… entonces sí, lo recomendable sin lugar a dudas en estos casos es un buen plan semanal detox a razón de 259 €/semana. Lo ideal en estas circunstancias es repetir el tratamiento semanal cada 15 días. Eso, y hacer un donativo mensual de 500 € a La Iglesia del Séptimo Buen Rollo, que también es mano de santo.
(*) Farmacia Las Marinas.