El sorteo más esperado del año: La pandemia ha reducido las ventas de lotería de Navidad pero no la ilusión por el Gordo

El turismo nacional ha salvado la temporada de verano con la retirada de décimos en ventanilla

El año pasado se vendieron más de 145 millones de papeletas para el sorteo de la lotería de Navidad, el más esperado de toda la temporada. Aunque todavía falta más de mes y medio para la gran cita, los loteros saben que este año no será lo mismo porque la pandemia lo ha revolucionado todo. Mucha gente se ha quedado en casa para trabajar y se han reducido el número de participaciones en las empresas. Además, se han cancelado todos los viajes de fin de curso y también las fiestas patronales, dos ejemplos –de entre muchos más- de clientes fijos que recaudan fondos con la farda de la lotería. Y, por su fuera poco, este verano se ha registrado un descenso considerable de los turistas internacionales que eligen España para pasar sus vacaciones y también de los nacionales que viajan a diferentes puntos de la costa y tientan a la suerte en sus destinos preferidos de playa. Los décimos de Navidad se ponen a la venta en julio para aprovechar el trasiego de personas en plena temporada veraniega. 

La crisis sanitaria, con miles de fallecidos y de contagios, tiene su repercusión económica directa. Primero con el confinamiento y ahora con el segundo estado de alarma y el toque de queda en todo el territorio español. Miles de negocios –especialmente del sector de la hostelería- han cerrado o su actividad se ha visto reducida a marchas forzadas. Solo hay que consultar las cifras de parados y los ERTE tramitados. La caída de la economía es general y es lógico que se mire con detalle hasta el último euro. A más de uno, seguro, este año no le llega para el “capricho” del décimo de Navidad.

La Agrupación Nacional de Asociaciones Provinciales de Administraciones de Lotería (ANAPAL) cifra en un 30% el recorte de las ventas de boletos entre los meses de julio y octubre, en comparación con el mismo período del año anterior. Y se teme que este porcentaje de bajada global se mantenga al cierre del año. La mayor caída son las ventas de boletos a empresas y colectivos hasta tal punto que el presidente de ANAPAL, Josep Manuel Iborra, considera que “peligra mucho el canal de venta más importante que tenemos”.