El Supremo desestima un nuevo recurso del Ayuntamiento de Xàbia y ratifica la demolición de parte de un restaurante de la Granadella

El proceso judicial que puso en marcha el que fuera concejal de Urbanismo en el periodo 1999-2003, Vicente Ortolá, contra dos restaurantes de la Granadella por irregularidades urbanísticas, y que ha acumulado durante años un buen número de denuncias, parece que empieza a ver la luz al final del túnel. El Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana ya dictaminó hace unos meses a favor de revocar la licencia de un restaurante de este privilegiado entorno, el Rosita, y de demoler parte del establecimiento que no se ajustaba a la legalidad urbanística. Ahora ha sido el Supremo el que ha resuelto en el mismo sentido, después de rechazar un nuevo recurso del Ayuntamiento de Xàbia al que se sumaron los denunciados, y a los que insta a hacerse cargo de las costas procesales de 1.000 euros más el IVA “a cargo de cada una de ellas y a favor de la parte recurrida y personada”. 

El restaurante se halla enclavado en suelo no urbanizable de protección ecológico-paisajística desde el año 91, y fue en 2003 cuando se ejecutaron unas obras sin licencia e “ilegalizables” en el inmueble. en 2003. La anterior sentencia del TSJCV estimaba un recurso de apelación interpuesto por Ortolá a la vez que declaró “nulo y contrario a derecho” el acuerdo impugnado por el Ayuntamiento de Xàbia, que en su día había argumentado que las irregularidades ya habían prescrito. Además, esta sentencia exigía al Ayuntamiento que depurara las irregularidades detectadas en un informe del arquitecto municipal en octubre de 2014 que advertía que “se había ampliado considerablemente el local originario” mientras que la administración no había actuado al respecto.

Curiosamente el Ayuntamiento recurrió al Supremo a pesar de que el letrado que defendía a la instituación municipal recomendó no presentar este último recurso.