El urbanismo visto desde una perspectiva de género
Los espacios de interrelación entre vecinos no computan como edificabilidad
La localidad de Calp es pionera en la puesta en marcha de una ordenanza reguladora para la incorporación de la perspectiva de género en la construcción de edificios, viviendas, locales comerciales y oficinas. El texto, impulsado desde los departamentos de Urbanismo e Igualdad, considera que, desde el momento de la obtención de la licencia edificatoria, la perspectiva de género debe formar parte de la toma de decisiones. Es un momento clave porque todo lo elegido repercutirá en el uso del inmueble durante un largo período de tiempo. En el mismo sentido, el diseño de los espacios comunes de las edificaciones y sus encuentros con el dominio público deberá ser estudiado desde una óptica que vele por la seguridad de la población.
La ordenanza abarca dos aspectos, la seguridad y la corresponsabilidad en los espacios privados. Se pretende regular aspectos que permitan crear espacios adecuados que favorezcan los cuidados en igualdad y garanticen la seguridad en la utilización de los espacios públicos comunes. Tanto en la vía pública como en aquellos espacios generados por la edificación privada se debe abordar su diseño desde un prisma de fomento de la seguridad, evitando puntos ciegos que puedan esconder actos ilícitos.
La ordenanza lo deja muy claro al señalar que “la percepción de inseguridad resta autonomía a las personas que ocupan los espacios de la ciudad y esta percepción de miedo se debe analizar teniendo en cuenta las implicaciones del género”. “La seguridad”, añade, “es un factor que se debe abordar para realizar propuestas de planificación urbanística desde la perspectiva de género ya que en la ordenación del diseño y planificación del espacio urbano se puede incrementar o reducir esta sensación de la seguridad y con ello acercarnos a la denominada ciudad cuidadora e igualitaria”.
En este sentido, los accesos a los edificios se realizarán desde una vía principal y no desde calles secundarias. Se propone regular el cierre de las parcelas de los edificios en bloque de manera que sea más seguro. Otra idea es que el zócalo comercial de los edificios llegue hasta la vía pública y facilite el flujo de personas y la visibilidad. Hay que evitar, por otro lado, los recovecos y esquinas poco iluminadas en los espacios comunes.
La ordenanza apuesta por potenciar las salas comunitarias o espacios de relación que favorezcan la interrelación entre vecinos. Por eso propone que estas zonas no computen como edificabilidad.