El virus del papiloma humano

  20/01/2012

EVA PÉREZ OLTRA (*)

El virus del papiloma humano o verruga plantar, constituye una de las infecciones más frecuentes en el pie. Actualmente sigue existiendo controversia respecto a la eficacia de los diferentes tratamientos que se han venido empleando para el abordaje terapéutico de esta patología.
Este virus es conocido, por ser el responsable de algunas infecciones muco-cutáneas, producidas por el contacto directo con:
- Superficies contaminadas: duchas comunes, vestuarios, baños, piscinas…
- Pequeños cortes en la piel
- Dilatación de los poros cutáneos
-Defectos en la integridad de la piel debido a ciertos traumatismos.
Una vez allí, especialmente si las condiciones inmunológicas del huésped no son las adecuadas (estrés, déficits nutricionales, inmunodepresión…), el virus estimula y aprovecha el ciclo de maduración de la piel para replicarse, aumentando así el volumen del tejido afectado y comportándose como una tumoración benigna. Es preciso diferenciar, dentro de las verrugas plantares, dos formas de presentación de esta infección, cómo son, las verrugas plantares únicas o verrugas plantares en mosaico.
En el caso de las verrugas plantares únicas, la lesión suele encontrarse en zonas de apoyo, por esta razón, este tipo de verrugas son capaces de comprimir las terminaciones nerviosas y provocar dolor durante la bipedestación.
En cambio, en las verrugas plantares en mosaico, cuyo crecimiento suele ser más en extensión que en profundidad, no duelen.
Existen multitud de tratamientos pero hay que tener en cuenta los siguientes puntos:
- El tratamiento ideal para las verrugas debe ser sencillo, barato, eficaz y libre de efectos secundarios.
- Cuánto más agresivo es un tratamiento, más eficaz resulta a la hora de eliminar la lesión, pero al mismo tiempo mayor es el dolor.
- No existe ningún tratamiento efectivo al 100%.
- Un mismo tratamiento, tiene efectos diferentes, aplicado en distintas personas.
En cuanto a los tratamientos encontramos:
- Tratamientos químicos: Ácidos, Nitratos de plata, Cantaridina…
- Tratamientos físicos: Crioterapia.
- Medicamentosos: Ácido acetil salicílico, Imiquimod, Cidofovir…
- Antivirales: Bleomicina, Retinoides, 5-Fluoracilo…
- Quirúrgicos: cirugía clásica, electrocirugía, cirugía láser, curetaje.

(*) Podóloga. Clínica Kines. Dénia.

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