Hallan el lavadero de l’Abiar de Benitatxell en perfecto estado tras 50 años soterrado

Tres días de excavaciones han terminado con un hallazgo espectacular: el lavadero de l’Abiar. Y, además, en perfecto estado de conservación a pesar de que ha estado 50 años soterrado. El equipo de arqueólogos, formado por Humberto García, Alejandro Gomis y Adrián Rodríguez, asegura que “este hallazgo, en el terreno de la restauración, es un diez”. Sus muros y baldosas se han conservado perfectamente pese a enterrarse esta construcción tradicional al abrirse una carretera en los años 70. Mide 9 metros de largo, lo que concuerda con el testimonio oral de las personas mayores a las que se entrevistó. Algunas mujeres recordaban que iban a lavar la ropa y se colocaban seis a cada lado y tres más en cada punta.

            Y la buena nueva no queda ahí. Esta excavación ha coincidido con el centenario de la primera evidencia escrita que se tiene de la existencia del lavadero, referida al año 1924. En el ensayo de Rosa Seser titulado Memorias sanitarias de los pueblos del distrito de Dénia conservadas en el Archivo Municipal de Dénia. 1984-1924 (III), publicado en la revista de investigación ‘Aguaits’ del IECMA, aparece una mención al lavadero de l’Abiar con este tenor literal: “No existe mercado ni matadero; habiendo un lavadero en la partida del Abiar que emplea para su uso agua pluvial”.

            El lavadero de l'Abiar fue en la primera mitad del siglo XX un espacio social muy relevante, especialmente para las mujeres de la época, que acudían andando desde el núcleo antiguo para hacer la colada aprovechando las aguas de los pozos. En los años 70 se tapó para construir la actual carretera y las canalizaciones subterráneas. Las tareas para encontrarlo comenzaron a finales de 2021, cuando se encomendó un estudio con georradar. El siguiente paso fue documentar la ubicación y sus características a través del testimonio oral de diferentes vecinos de mayor edad.

            En febrero de 2023 se descubrieron parte de sus restos en una primera excavación pero el nivel freático del terreno inundaba constantemente el área de excavación y la llenaba de lodo y agua. Tras ello, se han llevado diferentes actuaciones para instalar nuevas tuberías y canalizar el agua. Se ha esperado al momento más idóneo para acabar los trabajos para entorpecer lo menos posible el tráfico de vehículos.

            Ahora, tras sacar a la luz toda la estructura, se acotará toda el área y limpiará la pieza a mano. Los últimos pasos serán la restauración total del lavadero y su entorno con el objetivo de musealizarlo y ponerlo en valor.