La Estación Científica Montgó participa en una iniciativa mundial para la protección de las aguas internacionales
César Bordehore: “Si seguimos así, en 20 o 30 años los mamíferos marinos estarán esquilmados”
Proteger para preservar pensando en el futuro. Con este fin, veinte investigadores de todo el mundo han puesto en marcha una iniciativa para impulsar la protección efectiva de las aguas internacionales, sobre las que actualmente, subraya César Bordehore, coordinador de la Estación Científica Montgó-Dénia, “no hay un mecanismo real de vigilancia, control y sanción”. En una carta dirigida a la prestigiosa revista Science, él y los otros diecinueve firmantes demandan a la ONU y a los dirigentes mundiales un mayor compromiso para la protección del mar internacional, que supone el 50% de los océanos. La alteración de los sistemas marinos, la sobreexplotación de los recursos pesqueros y mineros, la piratería y la contaminación son algunas de las principales amenazas para la biodiversidad y la vida marina. “Si seguimos así”, dice el profesor de la Universidad de Alicante, “en 20 o 30 años los mamíferos marinos, tal vez los más perjudicados, estarán prácticamente esquilmados”.
Tiburones, delfines y tortugas pierden la vida enredados en redes fantasmas. El suyo es solo un ejemplo de la falta de control, de los incumplimientos y la desprotección a la que se ven expuestas las aguas marinas que se encuentran fuera de la jurisdicción nacional. La carta que firman los veinte investigadores -que han puesto también en circulación un manifiesto al que se pueden adherir entidades y particulares- advierte que menos del 1% de la alta mar está totalmente protegida, cuando juega un papel fundamental en cuestiones como la regulación del clima o la alimentación de millones de personas.
Según el compromiso adquirido en 2017 por Naciones Unidas, las negociaciones para desarrollar un tratado internacional que garantice la conservación y uso sostenible de las aguas internacionales deberían terminar este año. Es por ello que el grupo de investigadores -de países como Estados Unidos, Australia, Gran Bretaña, Irlanda, Dinamarca, Sudáfrica, Canadá, Japón o Costa Rica, entre otros- plantea una serie de cuestiones que se deberían de tener en cuenta, como el establecimiento de una red de áreas marinas protegidas para preservar las poblaciones de peces, proteger los ecosistemas frágiles y valiosos y aumentar su resiliencia, lo que requeriría de una coordinación efectiva entre los organismos regionales y sectoriales y la comunidad científica.
Bordehore recuerda que lo que ocurre en alta mar tiene repercusión en la pesca artesanal y también en la de arrastre, “porque el mar no tiene puertas”. Puntualiza asimismo que la única finalidad de las áreas protegidas o reservas marinas es el incremento de la pesca, al margen de la repercusión positiva que pueda tener también para el turismo.
REGULAR LAS CAPTURAS DE GAMBA
El coordinador de la Estación Científica Montgó-Dénia reconoce que la situación “es grave”, pero indica también que el mar “es muy agradecido” y que, si dejas de impactar sobre él, en pocos años se recupera, aunque el ritmo de recuperación es distinto según las especies. Pone el ejemplo de la gamba roja, una especie sobreexplotada cuya captura, a su juicio, se tendría que regular. “La única manera de asegurar que dentro de 20 años habrá gamba”, advierte, “es con una buena regulación”. Bastarían cinco años de control para que la población de gamba se incrementase en un 30%, asegura César Bordehore. Sostiene sin embargo que “el sistema de explotación es perverso” y que, lejos de regular las capturas, cuando escasea un recurso, sube su precio y la presión sobre él es mayor”.
Los científicos firmantes de la carta reclaman evaluaciones ambientales continuas y estratégicas para para diseñar políticas efectivas en el futuro y un marco institucional sólido -con un órgano administrativo, un órgano de toma de decisiones, un comité científico que sea escuchado y un comité de cumplimiento- para que la protección de las aguas internacionales sea efectiva.
El manifiesto de adhesión a la propuesta del grupo internacional de científicos se puede firmar en el siguiente enlace:
https://protectthehighseas.marine-conservation.org/