La incidencia del virus sigue a la baja aunque aún es elevada

El Departamento de Salud continua en situación de riesgo extremo y la incidencia del virus en la comarca sigue siendo alta, sobre todo entre la población más joven y también en relación con otros departamentos. El porcentaje de casos activos por cada 100.000 habitantes ha descendido ligeramente y el índice de protección entre la población de más edad es mayor, otro dato importante que hay que tener en cuenta. Aun así, los municipios del litoral son las que registran el mayor número de contagios -una situación que se relaciona con la mayor movilidad- y es allí donde el descenso en la transmisión del virus es más lento.

            Según la información facilitada ayer por los representantes de Sanidad y Salud Pública a los responsables municipales, la incidencia media en el Departamento de Salud se sitúa en 341 pero es  bastante más elevada en Dénia, Xàbia, Calp y Teulada, por ejemplo. Esta semana se ha dado cuenta de 316 nuevos contagios. En el Hospital de Dénia no había ayer ningún ingresado con covid en la UCI y solo 2 personas en planta. Sigue habiendo presión en Atención Primaria aunque ha bajado ligeramente.

            Se sigue avanzando en la administración de la vacuna en todo el departamento, aunque la respuesta de la gente a la cita sigue siendo baja y al parecer se priorizan otras cosas como las vacaciones, dejando la vacuna para más tarde. No obstante, se han inoculado cerca de 220.000 dosis y el 70% de la población de la Marina Alta ha recibido al menos la primera. La pauta completa ha sido administrada a casi el 54% de los vecinos de la comarca.

            Otra buena noticia es el avance en la edad de vacunación. Esta semana se ha llegado a la población de 12 años. En los próximos días se seguirá vacunando a los más jóvenes y también a grupos de edad que por motivos diversos no pudieron acudir a ponerse la vacuna. Se está realizando un importante trabajo de recaptación de la población ante la falta de respuesta a las citas.

            Sanidad se plantea la posibilidad de reorganizar los llamados ‘vacunódromos’ en función de cómo evolucione el proceso de vacunación.