La inmoralidad de quienes gobiernan el Planeta
Si ponemos la mirada un poco más allá de las torpezas domésticas de quienes gobiernan nuestras barriadas comprobaremos que la inmoralidad está en aceptar cargos para los que no están preparados.
Comprobaremos que no estamos solos, que el Planeta está lleno de inmoralidad en sus gobernantes o lleno de gobernantes inmorales. Desde Estados Unidos a la antigua República del Congo, quienes desde 1976 (casi cuarenta años) están permitiendo que "el ébola" mate a miles de personas allá en África, hasta que un mal día la enfermedad entra en el mundo civilizado, entonces en pocas semanas se mueven los hilos para encontrar un antivirus que promete estar a punto en menos de un año, otra vez los laboratorios, la política y el vil dinero.
Si en Estados Unidos mantienen aislado y con vida al perro de la enfermera afectada de ébola, no será porque son más civilizados ni listos, sólo aprovechan los disparates de otros para corregir errores, porque lo "nuestro" ha sido el error más disparatado.
Tampoco nadie ha permitido que ningún ejército tome cartas en este tema siendo que en muchos países las fuerzas armadas son las más preparadas para la lucha antibacterias, aún en tiempos de paz.
Ni hablemos de cajeros automáticos y tarjetas negras, la inmoralidad de unos dirigentes que no sólo no devuelven el dinero mal obtenido sino que tampoco dimiten ni se mueren, aunque sea de vergüenza.
La inmoralidad no está sólo en ellos sino que se extiende a quienes los defienden o encubren y en quienes no hacen nada para que la Ley caiga sobre ellos como lo hace con otros ciudadanos que cometen irregularidades menores.
Ni derechas ni izquierdas, lamentablemente la inmoralidad se ha apoderado de los dirigentes del mundo mundial, de los deportistas de élite, de los artistas mejor pagados y de todo aquello que está pegado al dinero.
Curiosamente, la misma inmoralidad que ha destruido todos los imperios del Planeta a lo largo de su larga historia.