La píldora anticonceptiva. Uno de los métodos de contracepción más fiables.
Dr. MARIANO MARTÍN-LOECHES DE LA LASTRA (*)
Los anticonceptivos orales son una de las maneras más eficaces de controlar la natalidad. Su uso, que supuso una verdadera revolución en los años 60, hoy en día está muy extendido en los países desarrollados, siendo uno de los contraceptivos más utilizados.
El secreto radica en su fiabilidad, que hace que millones de mujeres puedan decidir el momento exacto en que quieren ser madres. Con un porcentaje que casi llega al 100 %, la píldora se erige como uno de los métodos más seguros. No obstante, existen ciertas contraindicaciones que no siempre la hacen la forma más adecuada de prevenir un posible embarazo.
El cuerpo de la mujer, a partir de la primera regla, está preparado para concebir. Esta posibilidad aumenta durante la ovulación que es el proceso por el cual los ovarios liberan un óvulo que esperará en el útero a ser fecundado. Precisamente en este camino biológico que lleva a cabo el óvulo, es en el que interfieren los anticonceptivos orales.
Su función más esencial, tal es que "inhibe la ovulación", por lo que, al no producirse, no existe posibilidad de embarazo. Esto se consigue a través de una serie de hormonas que se combinan formando la adecuada composición del fármaco.
Su toma es bastante sencilla, aunque requiere de una gran responsabilidad por parte de la mujer, ya que se ha de tomar cada día a la misma hora aproximadamente. Se venden, siempre con receta médica, en cajitas numeradas que suelen traer 21 ó 22 píldoras anticonceptivas. Una vez terminada la caja, se deja una semana de descanso en la que aparecerá la menstruación y, tras unos siete días, se comienza de nuevo el tratamiento.
Además de dar a la mujer la tranquilidad de poder mantener relaciones sexuales sin riesgo de embarazo, la píldora tiene otra serie de beneficios que la convierten en un método muy recomendable: son capaces de “regular el ciclo menstrual, disminuir el dolor antes y durante la menstruación, rebajar el impacto del síndrome premenstrual y controlar los sangrados”.
Asimismo, hace ya tiempo que se viene hablando de su acción como protector contra algunos tipos de cánceres “como el de ovario y el de endometrio”. Quizá esta sea una de las razones por la que alrededor de un 20 % de las mujeres españolas confían en este anticonceptivo.
Si se desea empezar a tomar la píldora, lo primero que ha de hacerse es acudir al ginecólogo. No obstante, hay ciertas contraindicaciones que pueden hacerla muy peligrosa para algunas personas, como, por ejemplo, los pacientes afectados por “trombosis, hipertensión no controlada u otros problemas cardiacos”. La edad puede ser, igualmente, condicionante, “no siendo recomendada para mujeres mayores de 30 años que sean fumadoras”.
En cuanto a los efectos secundarios que pueden presentarse por la toma de este anticonceptivo, “se puede notar un leve aumento de peso motivado por la retención de líquidos que puede causar este fármaco”. La lista, aunque no afecta a todas por igual, se completa con “náuseas, dolor de cabeza y en las mamas o la aparición de manchas oscuras tras exponerse al sol”.
Finalmente, hay que tener en cuenta que, en ningún caso, este anticonceptivo previene de las enfermedades de transmisión sexual.
(*) Especialista en Ginecología y Obstetricia.