La vacuna del alcalde de El Verger y la alcaldesa d'Els Poblets con dosis sobrantes de sanitarios levanta la polémica
La Conselleria de Sanidad abre una investigación para esclarecer los hechos
"Preferimos salir en los periódicos y televisiones porque hemos atendido al requerimiento desde el departamento de coordinación del Centro de Salud de El Verger i Els Poblets, para ponernos la vacuna con las dosis sobrantes, que hacerlo por que tuviesen que tirarlas a la basura", han manifestado el alcalde de El Verger, Ximo Coll, y la alcaldesa de Els Poblets, Carolina Vives, al trascender el hecho en la junta municipal de portavoces del primer municipio celebrada de forma telemática.
Dicha junta, convocada a petición de Compromís i PP con el pretexto de conocer las medidas adoptadas por el Ayuntamiento de El Verger para combatir el empeoramiento de los datos de propagación del COVID-19, ha sido calificada como "una encerrona" por parte de Coll, quien ha manifestado: "Si rebobinamos lo sucedido en la misma vemos que ha sido en toda regla, por el hecho de hacerme exponer todas las iniciativas puestas en marcha, cosa que he hecho durante unos tres minutos, y después limitarse a preguntarme si me había puesto la vacuna, cosa que he contestado afirmativamente porque no tengo nada que esconder, y cuando hemos colgado ya me estaba llamando un medio de comunicación".
SEIS HORAS PARA SU CADUCIDAD
A su juicio "dicha estrategia, ya ha rebasado todos los límites éticos para tratar de sacar rédito político", ya que, según relata, el requerimiento desde el Centro de Salud de El Verger tuvo lugar a las 15.30 horas del viernes 8 de enero mediante una llamada telefónica donde se le instaba a personarse en sus instalaciones para poder aprovechar una de las dosis de un vial abierto, que algunos destinatarios preferentes habían rechazado ponerse, y cuya caducidad, según les indicaron los facultativos, una vez sacada del envase que llega a una temperatura determinada para su óptima conservación, se produce a las seis horas. Del mismo modo fue también requerida la alcaldesa del vecino municipio de Els Poblets, Carolina Vives, cuyo consultorio depende del Centro de Salud de El Verger, y que es por cierto esposa de Coll, -ambos militan en el PSPV-.
CONSULTORIO DEPENDIENTE
"Como pueden comprender nosotros no tenemos ninguna incidencia en que el consultorio de Els Poblets dependa del de El Verger, ni tampoco en constituir un matrimonio de dos personas sanas que son consideradas aptas para comenzar en ellos el proceso de vacunación" ha remarcado Vives. Según matiza “da la sensación de que le estamos quitando dos vacunas a las personas de riesgo, cuando en la Comunitat Valenciana aún no se ha dado la orden de proceder a la vacunación de ese segmento, sino que estamos en la fase única y exclusivamente de sanitarios, por lo que las vacunas utilizadas tanto para la Guardia Civil, la Policía Local y para nosotros como responsables locales de sanidad son las sobrantes de ese colectivo después de haber procedido a inyectarlas en el personal del ramo, en los farmacéuticos y hasta en algún dentista”.
Uno y otro han explicado que, antes de ser llamados, fue requerido el jefe de la Policía de El Verger y los efectivos que se encontraban de guardia en el retén, además de los agentes de la Guardia Civil que prestaban servicio en ese momento. "Todos ellos están en primera línea como fuerzas de seguridad, y, sin pedirlo nosotros, decidieron sumarnos como responsables locales a nivel sanitario, según argumentaron desde el Centro de Salud, por el hecho que habíamos estado al frente de ambos ayuntamientos desde la declaración del primer estado de alarma, ya que les constaba que hemos permanecido en nuestros puestos desde el 17 de marzo, atendiendo de forma personalizada a todos y cada uno de los vecinos y residentes que lo han necesitado y necesitan”, han afirmado.
“FALTA DE SENSIBILIDAD”
El revuelo generado era aprovechado por el Partido Popular de la provincia de Alicante para denunciar la, a su juicio “falta de sensibilidad del alcalde de El Verger, Ximo Coll, con los ancianos y grupos de riesgo de la localidad al priorizarse él mismo y a su mujer, la alcaldesa de Els Poblets, Carolina Vives, para usar las vacunas sobrantes del centro de salud de la localidad una vez había concluido el proceso de vacunación en su primera fase".
La nota incluía la declaración de la portavoz del PP en El Verger, Adela Moncho, que calificaba la actitud del alcalde de "egoísta y antiética” en un municipio “que lleva días muy duros por un macrobrote en la residencia de ancianos con el que la población estaba muy sensible".