Los antioxidantes
MARIANO MARTÍN-LOECHES DE LA LASTRA (*)
Cada vez es mayor el número de evidencias que indican que algunas enfermedades crónicas pueden prevenirse o retrasarse mediante cambios dietéticos. Se ha señalado que los nutrientes antioxidantes jugarían un papel en la prevención del cáncer y enfermedades cardiovasculares. Sin embargo, resulta dificultoso determinar la cantidad óptima de estos nutrientes que la dieta debe contener para conseguir estos fines.
Procesos como el envejecimiento, el cáncer, la artritis, la enfermedad cardiovascular y las cataratas han sido relacionados con el daño oxidativo.
Las frutas y los vegetales, fuentes de nutrientes antioxidantes, reducen el riesgo de cáncer, especialmente de pulmón, digestivos y cuello uterino.
En los cánceres digestivos se ha encontrado una relación protectora de la vitamina C en el cáncer de boca, esofágico y gástrico. La vitamina E no ha mostrado un efecto consistente.
No se ha demostrado un efecto protector de los antioxidantes en el cáncer de ovarios.
En el cáncer de mama, la asociación más consistente es con la vitamina C, aunque la baja ingesta de vitamina A también aumenta el riesgo, así como los bajos niveles de vitamina E. El consumo de fruta y verdura parece tener un efecto protector.
Respecto a la enfermedad cardiovascular, se ha encontrado una relación protectora con el consumo de fruta y verduras, así como con la ingesta de vitamina E y también de la vitamina C.
La evidencia actual sugiere que "ciertos nutrientes antioxidantes tienen un efecto protector frente a determinados tipos de cáncer y otras enfermedades crónicas". Sin embargo, este efecto parece ser más relacionado con la toma de frutas y verduras que con la suplementación con nutrientes específicos, ya que es posible que otros compuestos presentes en los vegetales y frutas puedan mejorar la eficacia de los nutrientes antioxidantes.
Así, la recomendación de "incrementar el consumo de frutas y verduras resulta unánime", sin embargo, aunque los resultados son prometedores, no parece haber en este momento evidencia suficiente para recomendar la utilización de suplementos antioxidantes para prevenir procesos crónicos como envejecimiento, cáncer o enfermedad cardiovascular.
(*) Especialista en Ginecología y Obstetricia.