Los hosteleros ven en las nuevas restricciones un cierre encubierto
Es “la puntilla” para un sector que había puesto sus esperanzas en la campaña de Navidad como “el último balón de oxígeno”
Se comprometen a ser responsables pero insisten en pedir ayudas directas compensatorias
El endurecimiento de las restricciones anunciado el jueves por la noche por el presidente de la Generalitat Valenciana, Ximo Puig, ha caído como un jarro de agua fría sobre la hostelería. A las puertas de la Navidad, cuando después de muchos meses de penurias las reservas empezaban a animarse, se ha tomado la decisión de adelantar el toque de queda a las 23 horas. Ello supondrá el cierre de los establecimientos ante de esa hora; para algunos, implicará no poder doblar servicios y para otros, directamente, el cierre. La Asociación de Empresarios de Hostelería y Turismo de la Marina Alta (AEHTMA) habla de “improvisación” por parte de los gobiernos central y autonómico y, lo que es más grave, de “un cierre encubierto para un sector que sigue sin recibir ningún tipo de ayuda directa”.
En un comunicado conjunto con CONHOSTUR, la confederación hostelera valenciana, AEHTMA pide respeto hacia el sector y condena la falta de sensibilidad hacia las 35.000 empresas que lo conforman. A una semana de la Nochebuena, los establecimientos tienen reservas, contrataciones y compras realizadas. “En estos momentos, teniendo en cuenta que para muchos negocios la campaña de Navidad podría ser el último balón de oxígeno antes de plantearse un cierre definitivo, estas limitaciones suponen la puntilla para el sector tanto de la restauración, como el ocio y el hospedaje”, señala el comunicado.
El empresariado remarca que la hostelería lleva trabajando desde hace más de un mes a un 30% del aforo interior y un 50% del aforo en las terrazas, pero los impuestos, tasas, alquileres son los mismos. “Los empresarios -añaden- están teniendo que hacer frente a todos los pagos como si la actividad empresarial estuviera funcionando a un 100%”.
CONHOSTUR y AEHTMA recuerdan que Ximo Puig sigue sin recibir al sector, “a pesar de las numerosas peticiones que se han realizado en últimas semanas para mantener esa reunión en la que poder reclamar un plan de ayudas urgente y necesario para garantizar la viabilidad y el mantenimiento de las empresas hosteleras”. Comparan “los mensajes confusos del gobierno” y su “falta de previsión y anticipación en la toma de decisiones” con las políticas de actuación de otros países europeos como Alemania, “que acompañan las medidas restrictivas a la actividad empresarial con ayudas directas compensatorias”, insisten.