Los pequeños y medianos comercios esperan vencer a la pandemia con las compras de Navidad
Ofrecen descuentos y premios para competir con las grandes superficies y las ventas online
La transformación del modelo de consumo es un hecho contrastado que se veía venir pero se ha acelerado, y mucho, con la crisis sanitaria. Estamos en los inicios de la campaña de Navidad y nos vienen a la memoria las imágenes de las colas infinitas de consumidores en los centros comerciales. Pero, ¿cómo serán las compras este año con el COVID-19 todavía campando a sus anchas? El virus no entiende de treguas ni de tiempos muertos por muy buenas voluntades y sentimientos –lo que se entiende por espíritu navideño, vamos- que surgen en el tramo final de cada año. Cabe esperar, si todo continua igual, que las compras presenciales y hechas a última hora den paso a las compras online realizadas con cierta antelación. Puede ser una solución práctica pero no exenta de daños colaterales de largo alcance. Si optamos mayoritariamente por esta vía, ¿qué pasará con los pequeños y medianos comercios, los de siempre, si les damos la espalda cuando más apoyo necesitan?
Todavía arrastramos las consecuencias económicas de la primera ola del coronavirus con todos los locales y establecimientos sin vida más de cuarenta días. Algunos han cerrado definitivamente y otros sobreviven con recortes de personal y a medio gas a expensas de la evolución del virus y las restricciones que acarrea. El Observatorio del Creama presentará en breve un informe sobre el impacto de la pandemia en el tejido comercial y empresarial de la Marina Alta. A la espera de los datos oficiales, los comercios de proximidad viven con cierta incertidumbre cómo será la tan esperada campaña de Navidad, aunque confían en la fidelidad de sus clientes de siempre.
Es ya un clásico, por denominarlo de algún modo, la competencia “navideña” entre los comercios y las grandes superficies para captar la atención de los clientes. Este año, además, hay un tercer contrincante que crece sin control y se alimenta del miedo a la pandemia: las compras online. Por eso, las asociaciones de comerciantes y empresarios “de la terreta”, con la ayuda de técnicos municipales, se afanan cada año en idear líneas estratégicas que les permitan, al menos, tener alguna opción en esta batalla. La ley del mercado cada vez es más feroz y exige agudizar el ingenio para ir a la “guerra” con más armas y municiones acordes a los tiempos que corren.
PRIMERA BALA: EL BLACK FRIDAY
Según la organización empresarial del comercio Confecomerç CV -que integra a 175 asociaciones sectoriales y territoriales, varias de ellas de nuestra comarca- el comercio representa el 12% del PIB de la Comunitat Valenciana, un sector con más de 300.000 trabajadores que genera un volumen de negocio de más de 22.000 millones al año. Coincidiendo con el Black Friday, y en colaboración con la Cámara de Comercio de Alicante, la confederación ha puesto en marcha la campaña Un futuro menos black, que como ha explicado el presidente de esta última entidad, Juan Riera, “busca convertir al comercio de proximidad en alternativa atractiva que pueda hacer frente a las campañas agresivas de los grandes operadores”. La iniciativa se desarrolla entre el 16 y el 29 de noviembre en los comercios asociados. Por una compra mínima de 10 euros, los clientes pueden participar en el sorteo de 3 vales de 1.000 euros y 60 de 200 euros; en total, 15.000 euros a repartir entre los agraciados por tal de atraer clientela y evitar que se recurra a los grandes monstruos del comercio ‘on-line’.
Que el Black Friday está ya consolidado nadie lo discute. La técnica de Comercio de Dénia, Marisa Villó, reconoce que los descuentos de cara a la Navidad cada vez empiezan antes y son muchos los que alargan el “viernes negro” a toda la semana con la intención de captar las compras navideñas. Es fácil de entender: el presupuesto para estos gastos es limitado y quien antes consigue atraer al comprador, se lo lleva.
Como en Dénia, son muchos los establecimientos que se han sumado a los descuentos en torno al 28 de noviembre en Pego.